La deconstrucción o desmonte gradual del viejo puente Pumarejo, que se convierte en una talanquera para la nueva estructura inaugurada en el 2019, requiere de licencia ambiental de ANLA que junto al estudio de impacto ambiental se constituye en la ruta crítica del proyecto que debe comenzar en el 2026, dijo el Instituto Nacional de Vías, a propósito del informe que publicó Zona Cero el domingo.

En respuesta a nuestro portal, la entidad dijo además que el presupuesto aproximado es de $120 mil millones, que incluyen los estudios requeridos, la deconstrucción y la interventoría.

Como primer paso, la concepción del proyecto comenzó con la actualización de los estudios y diseños para la deconstrucción de la antigua estructura (entre el 2020 y 2022), y luego, Invías realizó la elaboración de estudios previos, así como la definición de los requerimientos ambientales y sociales del proyecto, necesarios para la materialización del instrumento de manejo ambiental.

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En la actualidad, el Instituto adelanta la estructuración y consecución de vigencias futuras para contratar la consultoría que realizará el estudio de impacto ambiental para tramitar la licencia requerida, la cual es necesaria para iniciar las actividades de deconstrucción del puente.

Con lo anterior –aseguró Invías- se espera contar con la aprobación de la licencia ambiental por parte de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, en el 2025, año en el que también se adelantarán los trámites para la consecución de los recursos de la vigencia 2026, 2027 y 2028 y de esta manera ejecutar el proyecto.

“La ruta crítica del proyecto es el desarrollo del estudio de impacto ambiental y la obtención de la licencia ante la ANLA, este proceso se espera surtir en el 2025. Con lo anterior, el Gobierno Nacional realizará las gestiones pertinentes para garantizar los recursos y dar inicio al proyecto en el 2026”.

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El Invías también se refirió a la propuesta del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, se unir esfuerzos para recaudar el 50% de los recursos que se requieren para el proyecto.

“Es pertinente manifestar que el Gobierno está abierto a aunar esfuerzos que permitan el financiamiento de los proyectos de carácter estratégico para los territorios y el país”.

La entidad oficial citó el contrato de consultoría que recomienda que de los 1.536 metros de longitud del antiguo puente se intervengan 467 metros, que se ubican sobre el canal navegable, lo que permitiría el tránsito de buques de mayor calado.

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“El antiguo puente Laureano Gómez existe desde hace cincuenta años, y es claro que las condiciones de navegación actuales operan con naves de mayor calado, por lo que resulta necesario desmontar al menos una parte de la infraestructura, es decir, el tramo central sobre el canal navegable del río, razón por la cual ya se tienen los estudios y diseños para la deconstrucción de esta parte del puente, cumpliendo las normas técnicas y ambientales vigentes”.

Sobre la posición del presidente de la Sociedad de Ingenieros, Néstor Escorcia, que asegura que faltó planeación de los Gobiernos anteriores para asegurar los estudios y recursos para desmontar la estructura, respondió que el actual Gobierno adelanta las acciones pertinentes para ejecutar este proyecto estratégico que permitirá el tránsito fluvial sobre el río Magdalena.