A Sandra Ramos, la joven de 23 años a quien debieron interrumpirle el embarazo por una malformación congénita del feto que estaría asociado al Zika que sufrió en noviembre, la sorprendimos este viernes en sus actividades domésticas.

Sandra habló con Zona Cero y reveló que en noviembre presentó un cuadro viral, pero no fue al médico. Señaló además que el 11 de diciembre cuando sospechó que estaba embarazada de su segundo bebé, y fue al Hospital, le informó a los médicos que a finales de noviembre había presentado fiebre, conjuntivitis y brote en la piel.  Allí es cuando ella hace referencia a que padeció de Zika.

"Me enteré en el mes de diciembre que estaba embarazada. Ya iba a cumplir dos meses. Ya me había dado Zika. Fui al médico en enero y en la primera cita me mandaron la ecografía. Yo fui a hacérmela y ahí fue donde se enteraron que el niño venía con problemita en el cerebro”, afirmó  la mujer.

Reconoció que fue a “a los tres meses fue que yo me metí a control”. En ese momento le informaron “que el niño venía con problemas y por eso me lo iban a extraer”.

Sandra estuvo tres días internada y al tercer día “lo expulsé”. Precisó incluso que no fue a un centro asistencial cuando sintió el cuadro viral “porque no sabía que estaba embarazada'. “Me broté, se me hinchó la cara, me dio conjuntivitis”.

Giselle Herrera Díaz, suegra de Sandra, acompañó a su nuera cuando le iban a a hacer la interrupción del embarazo por la malformación del feto. Recuerda que les mostraron la radiografía en la que se veía el feto sin cerebro.