Definitivamente la crisis del puerto de Barranquilla tocó fondo y bien profunda sin el calado adecuado para el ingreso de grandes embarcaciones, en medio de la reactivación económica.

Las alertas tempranas no fueron escuchadas por el Patrimonio Autónomo Findeter - Cormagdalena, en manos de Sandra Gómez Arias y Pedro Pablo Jurado, respectivamente, y hoy las consecuencias son desastrosas para la ciudad y la región.

Los pésimos resultados de los multimillonarios dragados contratados para este año no han dado los resultados esperados. Por el contrario, mientras más se gasta en las contrataciones, más sigue bajando el calado operacional.

La situación más reciente se registró cuando el calado máximo fue establecido en 8,6 metros y en ese momento el dragado, European Dredging Company Sucursal Colombia (EDC) aún tenía pendiente un volumen de 100 mil metros cúbicos para dragar.

En ese momento la disyuntiva era seguir trabajando en el sector crítico de Bocas de Ceniza, para facilitar el ingreso de las embarcaciones, o en los kilómetros 7 y 14 del canal interno que registraban sedimentación.

La obvia recomendación fue la de atender el sector crítico de Bocas de Ceniza, pero, inexplicablemente, por razones de costos y conveniencia particular, se prefirió el trabajo en el canal interno.

Como consecuencia de ello se dejó abandonada la zona de Bocas de Ceniza, que siguió registrando alta sedimentación, al extremo que presenta niveles de calado de 6 metros, altamente inferiores a lo que se requiere para una adecuada operación portuaria en Barranquilla.

Ello significa, indudablemente, que el calado en el puerto sufrirá un inminente ‘bajón’, por lo menos a 6 metros, que lo pondría en amplia desventaja frente a la competitividad frente a los puertos cercanos.

Y un ‘bajón’ de esa naturaleza sólo sería comparable con lo que sucedió cuando la avalancha de lodo de la erupción del volcán del Ruiz borró literalmente el canal.

Todo ello indica que en la multimillonaria contratación de dragados, sin resultados efectivos, deberán responder Findeter, Cormagdalena y la propia Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, con gran fracaso para los macroproyectos regionales, incluyendo el aeropuerto internacional ‘Ernesto Cortissoz’.

Ahora el puerto se encuentra a expensas de una declaratoria de urgencia manifiesta, tras concluir el contrato con la EDC y esperar la adjudicación de la nueva contratación, seguramente con el consorcio chino que quedó como único habilitado, que propuso la draga Xin Hai Hu 9, que se encuentra en África y que solo estaría llegando a Barranquilla a mediados del mes de diciembre.

Desplanificación total.