Miguel Cote Meléndez, jefe de psiquiatría del Hospital Universidad Nacional de Colombia.
Miguel Cote Meléndez, jefe de psiquiatría del Hospital Universidad Nacional de Colombia.
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Universidad Nacional de Colombia

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Consultas de psicología y psiquiatría se elevaron un 300% en pandemia

La gran mayoría son personas de menos de 30 años con ideas suicidas.

La salud mental por la pandemia sería el cuarto pico, indicó el jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN), Miguel Cote Menéndez, quien recordó que la consulta de esta especialidad se ha elevado en este centro hospitalario en un 300%, sobre todo en personas de menores de 30 años con ideación suicida por ansiedad, y en los mayores de 50 años por depresión.

En un artículo de la Universidad Nacional se indica que a su vez muchas personas no recuperan el sueño a causa de su idea cercana a la muerte o a volver a estar en una UCI, un cuadro que se conoce como “delirium hiperactivo”.

“La conducta agresiva contra instituciones y personas podría ser un efecto de la pandemia, las personas necesitan buscar otros espacios para el relajamiento”, sostiene el especialista en Psiquiatría, y magíster en Psicología Clínica y de la Familia, quien además es docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

En el programa de perspectivas de la pandemia, “Alteraciones en la salud mental. ¿Que nos está pasando?”, transmitido por el canal del HUN, el docente recordó que al inicio de la pandemia en las consultas por psiquiatría se veían especialmente personas que ya tenían una adicción de base y a raíz de las cuarentenas agudizaron sus síndromes y pausaron sus procesos de rehabilitación. De igual forma, los cambios en rutinas y hábitos, el aumento exponencial de la convivencia familiar, la incertidumbre laboral y la soledad, desencadenaron el aumento en las consultas de psicología por cuadros de violencia intrafamiliar y estrés.

Según el doctor Cote, lo que habría que revisar es si la respuesta emocional de los individuos se sostiene en el tiempo y se sigue expresando a través de la represión de emociones, el sufrimiento intenso o las complicaciones asociadas y agudizadas por falta de atención.

Durante la pandemia, las actividades recreativas se redujeron dramáticamente, por lo que el panorama cambió dejando como principal fuente de recreación la familia; también aumentó el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, según el estudio del DANE.

Al mismo tiempo, las personas que venían consumiendo sustancias psicoactivas tuvieron que reprimir su consumo o visibilizarlo, situación que también se constituyó en un detonante para la atención en salud mental.

Mientras el Covid- 19 ganaba terreno en la sociedad aumentaban los cuadros de estrés en el paciente y su familia, cambios en su alimentación y aumento de la ideación suicida, en el que muchas personas no toleraban la enfermedad ni su convivencia con ella.

Tomado de Agencia de Noticias de Universidad Nacional

 

 

 

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