El desbordamiento del río Guachaca, y las quebradas La Línea y Río Viejo dejó varias emergencias en la zona rural y en varios sectores de Santa Marta y la desaparición de un menor de 14 años, luego de que fuera arrastrado por las aguas del río Manzanares, a la altura del sector de Bonda

Las autoridades desplegaron un operativo con apoyo del cuerpo de Bomberos de la ciudad, para avanzar en las labores de búsqueda del adolescente.

De las 5.223 familias que resultaron afectadas, 3.487 están ubicadas en el casco urbano. 

Se presentaron 257 deslizamientos, entre los cuales se incluyen los ocurridos sobre la vía al Ziruma y las que conducen a los corregimientos  de Taganga y Minca.

Con apoyo del equipo técnico de la entidad, autoridades constataron el colapso total de 20 viviendas y parcial de 223 más, así como de 15 árboles.

Entre tanto, en los ríos Gaira y Manzanares, así como en la quebrada Tamacá, se registraron incrementos en los caudales debido a crecientes lentas y súbitas, pero sin rebosar sus límites naturales.

Según el jefe de la Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático de Santa Marta,  Jorge Lizarazo, se registraron “encharcamientos” en 56 barrios de la ciudad y la movilidad se redujo en un 95% a causa de los mismos.

Desde el corregimiento de Taganga se encendieron las alertas debido a las labores de reporte ciudadano. El camellón de Taganga se encuentra actualmente bajo el agua, las casas, kioskos y demás establecimientos comerciales en la playa registraron graves daños.

En las casas se evidenció como el agua literalmente brotaba del suelo, mientras que en la vía principal del pueblo, en cercanías al CAI de Policía y el Hotel Pelikan, la mitad de un bus de servicio público quedó ‘varado’ dentro de la corriente de agua.

La alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson, tras hacer una visita en terreno en la noche de este lunes, reportó que, por fortuna, no se presentaron víctimas mortales.

Desde este momento, la mandataria distrital pidió que se disponga de la maquinaria amarilla de la Ogricc y la Essmar, para atender la remoción de barro una vez que el agua descienda.

Residentes de Taganga manifestaron que en los kioskos se presentaron pérdidas por cuentas de las crecientes de las quebradas. Hubo pérdida de neveras y otros implementos que había en los negocios que se encontraban sobre la playa. Asimismo, hay inconvenientes en la carretera, pues se están presentando deslizamientos de tierra en los cerros. 

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