Con ADN de masmelos, jóvenes aprenden a descifrar códigos genéticos
Aprenden conceptos básicos de genética, estadística y computación para que lleven a cabo su propio estudio.
Jóvenes de diferentes colegios públicos de Bogotá aprenderán a determinar el riesgo de desarrollar enfermedades según el ADN, usando para esto los masmelos o malvaviscos como son llamados estas golosinas de azúcar.
La profesora Yuly Edith Sánchez Mendoza, docente del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), experta en biofísica computacional y coinstructora del club “Descifrando el código genético: el ADN y nuestra salud”, explicó en la publicación de esa Alma Máter que se busca es que los niños sepan que existen enfermedades que se desarrollan dependiendo de la genética, sobre todo las que tienen un alto índice de replicación en Colombia como la obesidad, la diabetes, el asma y el cáncer de mama y médula.
En el club, que se desarrolla en la U.N. Sede Bogotá, los jóvenes aprenden conceptos básicos de genética, estadística y computación para que lleven a cabo su propio estudio de asociación genética e identifiquen las partes del código genético que determinan quién está en riesgo de desarrollar determinada enfermedad.
El desarrollo del club se dividió en tres partes: en la primera se diseñó un “ADN comestible” hecho con masmelos y tiras de dulce para conocer cómo se forma el ADN, cómo se transcribe y cómo se replica con el ácido ribonucleico (ARN), que es importante porque le “dice” a la molécula cómo debe formarse.
La segunda parte consiste en un experimento: los estudiantes extraen ADN de su saliva utilizando materiales caseros como jugo de piña, sal, alcohol y agua.
Por último los niños aprenderán cómo, por medio de una base de datos real de millones de personas, se puede encontrar un gen que determine diferentes enfermedades y cómo se comporta ese gen con la enfermedad, todo esto con ayuda de un computador.
Para el cierre del club los jóvenes construirán un ADN con fichas de Lego como proyecto final y lo presentarán a los demás niños de los clubes de ciencia en Bogotá, y a sus padres. “Los niños están encantados con la U.N. y nosotros con los clubes de ciencia porque nos permiten recuperar a estos niños, inspirarlos a ser científicos” expresa la profesora Sánchez.
La mexicana Yasmmyn Dannahet Salinas Rebolledo, estudiante del Doctorado en Salud Pública de la Universidad de Yale, Estados Unidos, e instructora del Club de ADN, comenta que para ella es satisfactorio ver que estos jóvenes tienen tanta inquietud por la ciencia.
Además destaca que ha sido una experiencia enriquecedora poder compartir sus conocimientos sobre epidemiología genética, que es su campo, con los jóvenes participantes.
En esta área de conocimiento no hay muchos latinoamericanos y no hay muchas mujeres “quiero inspirarlos a que incursionen en nuevos campos; que vean que sí es posible” concluye.
Tomado de Agencia de Noticias Universidad Nacional