Los combates entre grupos armados y las Fuerzas Armadas  en Colombia se redujeron un 33 % en 2023, según un informe publicado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), lo que propició una disminución del 17 % en el número de emergencias relacionadas con el desplazamiento forzado y el confinamiento.

El Equipo Humanitario País (EHP) de OCHA informó que el año pasado 63.249 personas fueron afectadas en desplazamientos masivos, una reducción del 23 % respecto a 2022.

El informe añade que 88.007 personas sufrieron confinamientos causados por amenazas y confrontaciones armadas en distintas zonas del país, un 14 % menos que en 2022.

"En el transcurso de 2023, Colombia enfrentó un contexto humanitario marcado por desafíos importantes", indicó el documento, en el que se destaca que los ceses el fuego bilaterales entre el Gobierno nacional y diferentes grupos armados "contribuyeron a una disminución de la violencia".

Sin embargo, los enfrentamientos entre grupos armados, ligados a su expansión territorial, "mantuvieron una dinámica elevada, similar al 2022, así como su imposición de un mayor control social, siendo la principal causa del 43 % de los desplazamientos masivos y del 34 % los confinamientos".

El diagnóstico también reseñó "la tendencia creciente de la extorsión en Colombia", con 10.263 casos en 2022, así como un incremento en el reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes con un total de 251 casos, lo que representa un incremento del 93 % respecto a 2022.

"Este aumento en la cifra es preocupante debido a que se trata de una actividad que vulnera los derechos de los menores y que constituye otra de las causas principales de desplazamientos", alertó OCHA.

Por otro lado, hubo un aumento de restricciones al acceso humanitario con un total de 240 situaciones registradas en distintas zonas del país, siendo las amenazas, restricciones de ingreso, operaciones militares y hostilidades las principales causas de esta situación.

El informe también mostró el uso de Minas Antipersonal (MAP) por parte de grupos armados en varias zonas del país que causaron 95 víctimas, 44 menos que en 2022, lo que representa una reducción del 32 %. Sin embargo, los incidentes con minas sumaron 929 el año pasado.

A las dinámicas de conflicto hay que sumar el impacto de los desastres de origen natural y antrópico que afrontó Colombia durante 2023, especialmente en el último trimestre cuando empezaron los impactos del fenómeno de El Niño y el río Amazonas sufrió una sequía que afectó a más de 25.000 personas, en su mayoría de comunidades indígenas.

A lo largo del año, más de 399.806 personas fueron damnificadas por desastres, de estas al menos un 83 % requirió respuesta complementaria por parte del equipo humanitario de OCHA debido a derrumbes, sequía, afectación por lluvias, entre otros eventos de origen natural asociados al cambio y la variabilidad climática.

EFE