La conmemoración de los 25 años de la masacre de Nueva Venecia en el Magdalena, fue el escenario para que habitantes de esta población pesquera de la Ciénaga Grande expresaran los nuevos temores que ahora los embargan.

A comienzos de siglo, organizaciones como el ELN, las FARC y las AUC, tenían azotado el inmenso cuerpo de agua. Era el corredor que conectaba a poblaciones a orillas de la vía Ciénaga-Barranquilla, con la Sierra Nevada de Santa Marta.

En ese entonces, previo a la fecha que se perpetró la masacre, la población había advertido a las autoridades sobre las amenazas de incursiones de los grupos armados que operaban en la zona. Sin embargo esas peticiones fueron desatendidas y el 21 y 22 de noviembre, se produjo la incursión del Frente Pivijay del Bloque Norte de las Autodefensas que asesinaron a 40 pescadores de la región.

Ahora no son las AUC como tal, el ELN o las FARC. En este noviembre de 2025, cuando la población rememoraba la masacre del año 2000, voces de la población advirtieron el temor que sienten porque ya se ha visto la presencia de grupos como el ‘Clan del Golfo’ y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, ACSN.

Estas son las dos organizaciones que hoy se disputan el departamento del Magdalena, incluyendo la inmensa Ciénaga Grande

“La comunidad tiene miedo, el ‘Clan del Golfo’ llega a las comunidades fusil en mano intimidando a la gente, exigiendo extorsiones”, dijo a Zona Cero un habitante de la población.

En el complejo lagunar se han escuchado voces que hablan de amenazas de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada que quieren tomar el control de la ciénaga.

Ese temor aumentó pues dos de los cuatro muertos en la masacre de tres hombres en un bar del  municipio de Ciénaga el pasado 15 de noviembre eran oriundos de la zona: Luis Alberto Cantillo Mejía, era de Buenavista, y Antonio José Peláez Álvarez, de Sitionuevo.

De estas nuevas amenazas ya tienen conocimiento las autoridades del Magdalena y la comunidad reclama patrullajes del Ejército y la Armada Nacional en la zona que comienza a sentir los efectos por la baja en la llegada de turistas.