El crecimiento de los grupos armados en el país no tiene debate y la mayor muestra de este aumento en el poder lo representa el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), más conocido como 'Clan del Golfo'.

Hace poco el Presidente Gustavo Petro anunció que iniciará diálogos, nuevamente, con este grupo para intentar llegar a la paz. Pero, esta vez tendrán lugar en el lejano Catar.

No obstante, la gran duda es: ¿Quién ejerce el poder en este diálogo?

"El Clan llega a este nuevo acercamiento con una correlación de fuerzas a su favor. El grupo está muy fortalecido militarmente y en proceso de expansión. Entre el año 2018 y 2025 sus integrantes han aumentado en un 165%, es decir, ni el gobierno Duque ni el gobierno Petro han podido contener su expansión”, aseguró Gerson Arias, investigador de la Fundación Ideas para la Paz.

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La Fuerza Pública informó en julio que el EGC cuenta con más de 9.500 integrantes, una tercera parte de ellos organizados como ejército irregular y los otros conforman los 'puntos', 'redes de apoyo' o hacen parte del 'componente criminal focalizado'.

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La estructura cuenta con un Estado Mayor Conjunto, tiene seis bloques y 40 frentes. 

Según Ideas para la Paz, tiene incidencia en cerca de 300 municipios del país, entre ellos los del Atlántico en los años más recientes, y su portafolio de rentas criminales está compuesto por la  minería ilegal de oro, la extorsión, el lavado de activos y el paso migratorio por el Darién.

Su capacidad de reclutamiento es superior a la de las otras disidencias de las FARC, el ELN o cualquier otro grupo criminal. Incluso, en sus filas cuenta con personas que integraron esas agrupaciones, y soldados y suboficiales del Ejército.

Lo más llamativo es que, señala la fundación, tiene un poder tan grande en algunos territorios, que ha creado organizaciones y fundaciones.

Acercamientos en el pasado

Con el Gobierno Petro, el EGC tuvo acercamientos entre 2023 y el primer semestre de 2024, por lo que en junio se dio apertura a una mesa.

Fueron suspendidas las órdenes de captura contra integrantes del Estado Mayor Conjunto del 'Clan del Golfo', entre ellos su máximo líder, Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias 'Chiquito malo'.

Lo mismo sucedió con Orozman Orlando Osten Blanco, 'Rodrigo'; José Gonzalo Sánchez, 'Gonzalito'; Elkin Casarrubia Posada, alias 'Joaquín'; José Miguel Demoya Hernández, 'Chirimoya'; y Luis Armando Pérez Castañeda, 'Jerónimo'.

Sin embargo, como el EGC seguía delinquiendo, el Gobierno optó por comenzar a bombardear a estructuras del clan en diciembre de 2024, entre Anorí y Cáceres.

Tres operaciones más de bombardeo tuvieron lugar, dejando como resultado el abatimiento de alias 'Chirimoya' y el EGC respondió con un 'plan pistola', que le ha cobrado la vida a cerca de 30 integrantes de la Fuerza Pública.

Hay campo político para llegar a un acuerdo

La confianza entre las partes acabó en ese momento, por eso en este nuevo acercamiento el 'Clan del Golfo' exigió otra sede, que terminó siendo Catar. 

Pero está claro que hoy la 'Paz Total' ha perdido credibilidad y que la ley de sometimiento tiene pocas posibilidades de avanzar en el Congreso.

"El Clan sabe bien que no hay un ambiente político favorable ni para hablar de este tipo de procesos ni para debatir marcos jurídicos que otorguen beneficios, pero va a utilizar el espacio. Siempre la regla básica de un grupo es: 'Si me ofrecen una mesa, allí estaré'. En términos tácticos, le sirve para mostrarse como un actor del conflicto y no como un grupo de crimen organizado", indicó el investigador.