"Ciudad Mallorquín desarrolló soluciones integrales de movilidad desde su diseño"
Para el beneficio de los usuarios.
En Colombia, la movilidad urbana históricamente se ha planificado de manera reactiva: las ciclorrutas y el transporte público suelen llegar cuando la ciudad ya está expandida y la congestión instalada. El Departamento Nacional de Planeación advierte que muchas ciudades carecen de una visión integral y terminan implementando infraestructura después de consolidarse los problemas. El propio Ministerio de Transporte, en su Guía de ciclo-infraestructura para ciudades colombianas, enfatiza que estas deben integrarse desde los planes de ordenamiento territorial, pero reconoce que esto rara vez ocurre de forma anticipada.

Ciudad Mallorquín marca un cambio de paradigma: desde su concepción fue diseñada como un barrio donde la movilidad sostenible no es un añadido, sino el eje estructurante del desarrollo urbano. Este nuevo barrio de 16.000 viviendas busca reducir el déficit habitacional del Atlántico y, al mismo tiempo, ofrecer un modelo de urbanismo compacto que prioriza la movilidad activa y colectiva. Según estudio de Mobility Hub, aliado técnico para la planeación, diseño y ejecución del modelo de movilidad del barrio, la planificación vial, las ciclorrutas y el transporte público fueron integrados en los planos iniciales, anticipándose a las necesidades de los futuros residentes.
Este proyecto cuenta hoy con 7,5 kilómetros de ciclorrutas construidos y otros 4,5 kilómetros proyectados, lo que representa un incremento de más del 60% frente a toda la inversión en infraestructura ciclista del Área Metropolitana de Barranquilla en los últimos 50 años. Además, se han destinado más de 130.000 metros cuadrados de zonas verdes, parques y equipamientos, conectados directamente con la red peatonal y ciclista, bajo criterios de accesibilidad universal.

Otro de los diferenciales del proyecto es su integración planificada con el transporte público. De acuerdo con Mobility Hub, los perfiles viales de Ciudad Mallorquín fueron diseñados para permitir el ingreso de buses y facilitar la implementación de rutas alimentadoras y circulares que conecten con los sistemas existentes. Incluso se proyecta un corredor estratégico sobre la carrera 20 y la posibilidad de incluir buses eléctricos o de energías renovables, favoreciendo la transición hacia una movilidad más limpia. Hoy ya hay una ruta de transporte público operando al interior de Ciudad Mallorquín, la empresa Sobusa puso en marcha una nueva ruta de transporte público que conecta directamente a Ciudad Mallorquín con el área metropolitana de Barranquilla y el corredor universitario de Puerto Colombia. La ruta, identificada como Granabastos – Los Cocos – Placa Naranja, facilita el acceso a puntos estratégicos de la ciudad como la Universidad del Atlántico, el Centro Comercial Buenavista, Villa Carolina, la Vía 40, el centro y sur de Barranquilla, y Granabastos en Soledad, beneficiando a una comunidad en crecimiento que ya supera las 2.800 familias residentes.
La red vial interna fue estructurada bajo el principio de permeabilidad, con el fin de distribuir el tráfico y evitar cuellos de botella distribuyendo los flujos vehiculares en múltiples conexiones para reducir la presión sobre corredores saturados como la 51B, 53 y la Vía al Mar. Para ello se contemplan vías locales, colectoras y semi-arteriales que garantizan espacio para todos los actores: peatones, ciclistas, transporte público y automóviles privados. Hasta la fecha, además de las vías, se han construido 2 retornos viales, 8 salidas y 8 entradas del desarrollo urbano, y en total se han invertido COP 177 mil millones en urbanismo Esta estructura se sustenta en una década de diagnósticos y modelos de simulación desarrollados por Mobility Hub, lo que permite prever el comportamiento de la red a 5, 10 y 20 años.

El proyecto también propone un modelo gerencial y participativo de gestión de la movilidad, que busca ir más allá de la operación diaria de tránsito. La idea es articular a autoridades, academia, sector privado y comunidad en torno a una visión sostenible, con educación vial, control efectivo y estrategias de reducción del uso del vehículo privado.
Ciudad Mallorquín no es solo un conjunto de viviendas, es un laboratorio urbano de cómo la movilidad sostenible puede planearse desde cero. Su apuesta por la integración temprana de ciclorrutas y transporte público, respaldada por estudios de alta rigurosidad técnica, lo convierten en un referente para el futuro del urbanismo en Colombia.
*Por Grupo de Comunicaciones de Argos