Las rejillas que van recolectando las aguas pluviales para conducirlas por los canales.
Las rejillas que van recolectando las aguas pluviales para conducirlas por los canales.
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Alcaldía

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Canalización de arroyos, obras que salvan vida y no paralizan la ciudad

Los ambiciosos proyectos dejaron atrás uno de los grandes mitos de la capital.

La canalización de los arroyos más peligrosos en Barranquilla es una realidad. Luego de más de 12 años del trabajo de la Alcaldía, la ciudad logró borrar esta marca negativa, y, por si fuera poco, ahorrarse en el proceso 700.000 millones de pesos. 

Las obras, que no tenían en todo el país un referente, hace unos años sonaban como un proyecto demasiado ambicioso. Y así, contra todo pronóstico, hoy los arroyos de la carrera 21, calle 84, calle 79, La María, carrera 65, calle 58, calle 92 y Hospital, cuerpos de agua que cobraron decenas de vidas, se encuentran canalizados.

“Por muchos años los arroyos eran sinónimos de tragedia. Gracias a las canalizaciones, no solo estamos salvando la vida de los barranquilleros, sino que además, ahora tenemos una ciudad que no se detiene por la lluvia, más conectada y que dejó en el pasado esa imagen de atraso”, aseguró el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins. 

La calle 76 con el arroyo canalizado.

Financiación de las canalizaciones

El propósito del Distrito de Barranquilla era hacer las canalizaciones rápido, sin riesgos y, muy importante, sin anticipos. Esto porque Barranquilla estaba en Ley 550 o más conocida como Ley de Quiebra, lo que constituía un primer reto que finalmente fue superado.

Fue así como se logró que las canalizaciones de los arroyos más peligrosos se lograron evitando el riesgo de pérdidas de recursos e incluso, gracias a las operaciones y hasta hubo superávit.

Entonces, el paso a seguir era la consecución de un crédito de proveedor con músculo financiero que asumiera el 100 por ciento del riesgo. 

El de la calle 76 con carrera 53 dejó de ser punto crítico por el arroyo.

En consecuencia, el Distrito de Barranquilla abrió las licitaciones, se adjudicaron los proyectos y se ejecutaron las obras que serían pagadas sólo cuando estuvieran terminadas.

Cabe destacar que el Distrito únicamente utilizó 1,7 de los 2 billones autorizados del crédito en mención, y lo más destacable, con esos recursos fueron realizadas más obras de las previstas por las exigencias técnicas de los subterráneos. 

Enseguida, el paso inmediato fue la recompra de los créditos con el apoyo de la banca, que había recobrado la confianza en Barranquilla. Con esta operación, la ciudad se ahorró 700.000 millones de pesos y devolvió 6 años de vigencias futuras que no fueron necesarias.

Obra de alta ingeniería en la canalización del arroyo de la carrera 27 entre calles 56 y 57.

Una tragedia que afectaba todos los años

Los registros históricos indican que más de 90 vidas fueron las que cobraron los arroyos en Barranquilla, con corte al 2015. La peligrosidad de estos cuerpos de agua radicaba en las vidas que se llevaba. Entre más muertes, más peligrosos. 

La lista la encabezaba el arroyo de La 21 que cobró 31 vidas en sus 4.826 metros de longitud; luego el de la 84, donde murieron 13 personas; le siguen El Salao con 7 muertes y el de la calle 76, que cobró seis.

Pero, la verdadera tragedia estaba en la muertes, no fue lo único. De manera simultánea los arroyos causaron deterioro urbanístico y daños en la infraestructura física; parálisis e interrupción del tráfico; deterioro de la salud pública; daños ambientales y un capítulo al que hay que hacerle especial mención: economía afectada.

De hecho, un estudio publicado en la revista Gestión, Competitividad e Innovación, del Politécnico de la Costa Atlántica, reveló que el 60% de las empresas dedicadas al comercio y el 57% de las industrias de la ciudad, se afectaban con las corrientes. 

Construcción de las obras en el arroyo El Salao, otro de los problemas solucionados.

Lo que se ha hecho y lo que viene

El sueño de canalizar los arroyos arrancó con la estrategia “Barranquilla sin arroyos”, en el año 2008 con el exalcalde Alejandro Char.  

Desde entonces, se han construido 67,8 kms lineales de canales abiertos, box culvert y tuberías subterráneas.  

Y fue la exalcaldesa Elsa Noguera quien inició la canalización de los arroyos más peligrosos: calle 84 y calle 79. Y en el segundo Gobierno de Alejandro Char se continuó con los más peligrosos. 

Actualmente, el Alcalde Jaime Pumarejo Heins continúa con la tarea, además hoy las obras viales de gran magnitud en la ciudad incluyen soluciones hidráulicas. 

Tal es el caso de la Cordialidad, Circunvalar y la calle 30. En el de La Cordialidad, por ejemplo, estas soluciones impactan a  12 barrios

Con lo que se ha ejecutado la Administración Distrital sigue proyectando el futuro en esa materia. 

Por eso, presentó un Plan Maestro de Arroyos que incluye estudios y diseños que garanticen las soluciones durante varios años. Las intervenciones, además, contemplan la creación de espacios con arborización, peatonalización, vías y ciclovías sobre las canalizaciones. 

 

 

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