En momentos en que está en marcha un nuevo dragado por $22.873 millones, la creciente sedimentación del río Magdalena le sigue ganando la batalla a Cormagdalena y afectando las operaciones del puerto de Barranquilla, donde dos embarcaciones fueron desviadas porque el canal de enfilamiento en Bocas de Ceniza tiene menos de 100 metros de ancho.

Emisora Atlántico y Zona Cero.com confirmaron que los barcos Ruddy, de bandera chipriota, y Port Macau, de Islas Marshall, no pudieron entrar a Barranquilla por lo que las autoridades portuarias les ordenaron a sus capitanes dirigirse a Santa Marta y Cartagena, respectivamente.

El granelero Ruddy, calando 9,5 metros, con unas 28.000 toneladas de harina de soya, llegó el sábado pasado a Bocas de Ceniza, donde estuvo fondeado ante la estrechez del enfilamiento hacia el canal de acceso del puerto local.

A raíz de esas dificultades, el miércoles lo desviaron a la capital del Magdalena, a donde llegó a las 7:30 de la mañana, de acuerdo con información oficial del puerto samario suministrada a través de Seguimiento.co.

El Port Macau, con cerca de 30.000 toneladas de clínker, llegó el martes y fue desviado a Cartagena donde se encuentra fondeado a la espera de ingresar a puerto para aligerar carga a fin de que su calado llegue a 9 metros. Así podría regresar a Barranquilla a dejar el resto del material utilizado para producir cemento portland.

“En Bocas de Ceniza el canal está estrecho, con un poco menos de 100 metros”, confirmó a Emisora Atlántico y Zona Cero.com Lucas Ariza, director de Asoportuaria.

Además de las novedades con el Ruddy y el Macau, una tercera embarcación que entró calando 9 metros estuvo a punto de quedar atascado en Bocas de Ceniza. “Ese barco tocó fondo, raspó, y hubo momentos de mucha tensión”, aseguró una fuente.

El pasado 18 de febrero, durante dos horas, el portacontenedores As Filippa encalló en Bocas de Ceniza. En medio del fuerte oleaje, cuatro remolcadores fueron utilizados para ayudarlo a que retomara su ingreso a Barranquilla.

El director de Asoportuaria reconoció, asimismo, que en el kilómetro 14 (área del Dique Direccional) también hay dificultades con la anchura del canal navegable.

Expertos en temas hidráulicos sostienen que la demora del Gobierno Nacional en la construcción de las obras de contención y rectificación identificadas del lado del departamento del Magdalena, orilla del Parque Salamanca, y el acelerado crecimiento de la sedimentación que ha formado una amplia isla pegada a la ribera de Barranquilla, han estrechado esa del canal navegable.

Actualmente, a través de un convenio interadministrativo entre Cormagdalena y Findeter, está en ejecución un nuevo dragado con el consorcio Shanghai – Ingecon, contrato sobre el cual el oficial naval y consultor empresarial Enrique Lequerica Otero denunció, en un mensaje en Twitter copiado a la Procuraduría General, que lo están haciendo “sin interventoría a bordo” de la draga china Hang Jun 5001.

¿Si no hay interventor, quién certifica que en los ciclos de dragado están, efectivamente, extrayendo la cantidad metros de cúbicos de sedimento que aparecen en las planillas del dragador?

“De ser cierta esta denuncia, sería algo muy grave porque, como en los balances maquillados, las cifras en una planilla aguantan todo. Esperamos que Cormagdalena y Findeter exijan una corrección para que no vuelvan a repetirse las malas prácticas del Cartel del Lodo, con el que dirigentes gremiales se enriquecieron en Barranquilla amangualados con interventores que lo que menos hacían eran controlar lo que se dragaba”, dijo otra de las fuentes consultadas.

Cada año el río Magdalena deposita 200 millones de toneladas de sedimentos en la desembocadura de Bocas de Ceniza.