El anuncio con bombos y platillos del “pase libre” en el peaje “Los Papiros”, siempre y cuando la fila tuviera más de 20 vehículos, causó polémica y expectativa de cómo se aplicaría la medida desde este miércoles

Grandes interrogantes, risas y duros calificativos de quiénes a diario circulan por la Vía al Mar, muchos en varias oportunidades, generó la disposición de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, y el concesionario, Ruta Costera.

“El pase libre en el peaje Los Papiros se solicitó ante el Ministerio de Transporte en virtud del deslizamiento de la carrera 30 o 51B, en el tramo del lago El Cisne, ante la ola invernal que afectó esta importante vía”, expresó el alcalde de Puerto Colombia Wilman Vargas Altahona, en un comunicado de prensa.

Con la incertidumbre de qué pasaría en las horas picos del miércoles, inició la jornada.

Todos se preguntaban qué haría el consorcio en las horas picos de  la mañana y el mediodía cuando es alto el tráfico de vehículos y el trancón supera los 20 vehículos definidos por la Agencia Nacional de Infraestructura y el concesionario,  para levantar la talanquera.

Era el juego del gato y el ratón, entre usuarios y el concesionario. 

“Hecha le ley hecha la trampa”, dirían unos, que como estrategia, planeaban “caravanas” de más de 20 vehículos desde la Ye de los Chinos hasta Los Papiros, a ver cómo harían los operadores del peaje, si levantaban o no la talanquera.

Al final del día, Carlos Andrés Maury Donado, uno de los integrantes del comité ‘No al peaje’, calificó el anuncio del levantamiento de la talanquera como “una burla”.

“¿Por qué?”, le preguntamos. “Porque solo se levantó la talanquera cuando grabamos en vivo desde el lugar o cuando hacían presencia los medios de comunicación”, respondió.

Lo más sorprendente fue lo que alcanzaron a grabar en sus celulares otros usuarios de la vía. 

El consorcio ubicó “estratégicamente” a un personal adicional que corría en los últimos 40 metros antes de llegar al peaje. Hacían el cobro manual y aceleraban el paso de los vehículos para que no se generara el trancón. 

Aproximadamente, comenzaba el cobro desde el vehículo que estuviese en la décima posición. De ahí sucesivamente "nos caían", dijo uno de los usuarios.

Los trabajadores del consorcio “entregaban un papelito” que mostraban al momento de llegar a la caseta y seguían de largo. Ese papel es totalmente diferente al que ordinariamente se entrega en ese peaje.  

“Cuando llegamos había una fila considerable de carros comenzamos a hacer un en vivo y cuando se dieron cuenta que estábamos al aire comenzaron a levantar la talanquera”, dijo Amaury Donado.

Señaló que cuando varios de los líderes salieron a sus lugares de trabajo o estudio, “volvían a bajar la talanquera”.

Todo lo vivido aumentó en la fecha el malestar entre los residentes de Puerto Colombia, usuarios de la vía.