Un problema ambiental silencioso, pero de creciente preocupación global, ha sido puesto de manifiesto en una reciente publicación de la revista especializada Marine Pollution Bulletin. Se trata del abandono y desecho de embarcaciones fabricadas con fibra de vidrio (FRP) en mares y costas, un estudio de impacto internacional en el que participó la Universidad del Atlántico.

Estas embarcaciones, que incluyen lanchas, botes de pesca y yates, están construidas con materiales sumamente duraderos y resistentes al agua. Sin embargo, su robustez se convierte en un inconveniente al final de su vida útil, ya que no son fáciles de reciclar ni eliminar de forma segura. 

Millones de estas naves están envejeciendo y, lamentablemente, muchas terminan abandonadas en playas, marinas o incluso hundidas, generando graves problemas ambientales.

Puede leer: Foro de la OCDE experimenta un impulso significativo al sector hotelero en Barranquilla

De acuerdo con cifras,  cada año entre 250.000 y 500.000 toneladas de barcos FRP alcanzan el fin de su vida útil. Al deteriorarse, liberan microplásticos y sustancias tóxicas al ecosistema marino, afectando la navegación, dañando hábitats vitales como corales y pastos marinos, y representando un riesgo para la fauna marina.

La publicación ofrece un análisis global exhaustivo, cuantificando la existencia y acumulación de estos barcos, las razones de su abandono, sus impactos ambientales y las posibles soluciones. Se presentan ejemplos de países como Francia, Noruega y Estados Unidos que han implementado programas de reciclaje, y se exploran tecnologías emergentes, como el uso de drones y satélites para la detección de embarcaciones abandonadas.

El aporte local

La participación de la Universidad del Atlántico en esta investigación es un logro académico y científico de gran relevancia. “La Universidad contribuyó con datos locales, análisis de contaminación y evaluación de riesgos, lo que demuestra su capacidad para incidir en la gestión ambiental y en la formulación de políticas públicas en Colombia y en la región Caribe”, señaló a Zona Cero, Nelson Rangel Buitrago, docente de Uniatlántico y, además, editor en jefe de dos revistas científicas (Ocean coastal and management y Marine Pollution Bulletin).

Además: Entregan dos lanchas a la Policía para seguridad en municipios ribereños del Atlántico

En el ámbito local, de acuerdo con Rangel Buitrago, el muestreo realizado localizó restos de varios de estos botes en playas del departamento como en Punta Roca, Puerto Velero, Playa Mendoza. También, en playas como las de Ciénaga y Taganga (Magdalena), Galerazamba e Isla Arena (Bolívar), entre otros. 

Asimismo, indicó que, “participar en investigaciones de esta naturaleza reafirma el compromiso de nuestro grupo con la protección de los ecosistemas marinos y costeros del Caribe colombiano, una región particularmente vulnerable. Esto consolida nuestro  papel como referente académico en temas marino-costeros, cambio climático, contaminación plástica y manejo costero integral”.

El docente investigador aseguró que “colaborar con instituciones de renombre como Ifremer (Francia), la Universidad de California (EE. UU.) y el Instituto de Ciencias del Mar de Corea del Sur, posiciona a la Universidad del Atlántico como un actor relevante en la ciencia marina global”.

En el mismo estudio participaron Echos d’Oceans (Francia),  la Universidad de Coimbra (Portugal), el Instituto Nacional Italiano para la Protección Ambiental (Italia) y la Universidad del Egeo (Grecia).

Finalmente, el docente investigador aseguró que el grupo de Geología, Geofísica y Procesos Marino Costeros de esa alma mater es ya "un referente en temas asociados a ecosistemas marinos y problemas ambientales costeros", gracias a varias publicaciones en las que han participado, que incluso, en el próximo mes de noviembre publicarán el libro 'Plásticos en entornos costeros y marinos', el primero en su enfoque.