El uso de preservativos sigue siendo uno de los métodos más eficaces para prevenir enfermedades de transmisión sexual también conocidas como ETS. Sin embargo, la resistencia a utilizar este tipo de protección durante las relaciones sexuales es una tendencia entre los jóvenes que continúa generando alarmas.

Un estudio de la Universidad Manuela Beltrán de Bogotá, publicado en diciembre de 2023, reveló cifras alarmantes sobre el comportamiento sexual en jóvenes colombianos. El 57% de los encuestados, de entre 20 y 34 años, creen que no se van a contagiar de VIH al momento de sostener una relación de índole sexual, afirmando además que no llevan preservativos consigo al momento de sostener este acto.  

De ese porcentaje, un 33% admitió tener encuentros ocasionales con personas recién conocidas, y de este grupo, la mitad lo hace sin protección. Este tipo de conductas no solo aumenta el riesgo de contraer VIH, sino también de adquirir otras enfermedades como el Virus del Papiloma Humano (VPH), la gonorrea, la sífilis, entre otras.

Según la médica Liliana Palacio Forero, ginecóloga oncóloga, el principal problema de esta resistencia es “cultural”, ya que muchos piensan que el preservativo cambia la experiencia sexual.

“Muchas personas no están acostumbradas a usar métodos de barrera porque tenemos la falsa concepción de que las relaciones sexuales pueden cambiar, o se puede sentir diferente si se le pone una protección adicional al pene. El principal problema es no aceptar que evidentemente es un tema cultural que no es cierto y que nosotros no hemos podido dejar atrás”, indicó.

Para Palacio, esta resistencia sumada a los tabúes que aún existen en torno a las consultas ginecológicas o urológicas está incrementando el número de casos de ETS entre los jóvenes.

“Estamos en otra generación, ahora los jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales a más temprana edad y entre más temprano tú tengas relaciones, más riesgo de infección vas a tener si no te colocas un método de barrera para las ETS”, expresó.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada día más de un millón de personas entre 15 y 49 años contrae una infección de transmisión sexual que podría haberse prevenido.

A nivel mundial, en 2020, la cifra total de nuevas infecciones alcanzó los 374 millones, distribuidas entre clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis. De acuerdo con la organización, este aumento no solo afecta a la salud sexual, sino que puede tener consecuencias graves a largo plazo, como esterilidad, cáncer o complicaciones durante un embarazo.

“Estamos hablando de virus de papiloma humano, hepatitis, gonorrea, VIH, enfermedades que sólo con el uso del preservativo se pueden prevenir. Ahora, van a venir voces de terceras personas a decir que es posible que no sea 100% seguro, claro, pero un 80% de las personas que se colocan preservativo van a poder prevenirlas”, aseguró Palacio.

Según  datos de la OMS, el virus del papiloma humano o VPH, es una de las infecciones más preocupantes en la población juvenil. Este virus está asociado con más de 311.000 muertes por cáncer de cuello uterino cada año, y en Colombia, la situación no es diferente.

“En el país, el cáncer de cérvix mata cerca de 2.500 mujeres al año, y lo que muchos no saben es que este cáncer es causado por el VPH”, recalcó la ginecóloga.

En ese sentido, Palacio alerta que, “el cáncer de cuello uterino, puede acabar con la vida de mujeres jóvenes, muchas de ellas madres de niños pequeños, y todo por no haberse detectado a tiempo".

Pese a la gravedad de esta enfermedad, las visitas regulares al ginecólogo continúan siendo una asignatura pendiente para muchas jóvenes. La experta resalta que es común encontrar pacientes que evitan las consultas por miedo a un diagnóstico negativo, o incluso por vergüenza.

"Muchas de mis pacientes lloran en consulta porque tenían miedo de lo que les iba a decir o porque no se depilaron o también porque dicen que les duele cuando las van a examinar porque el espéculo es un poco grande. Sin embargo, tienen que saber que la citología es esencial para detectar a tiempo cualquier anomalía y es necesaria hacerla por lo menos una vez al año”.

De acuerdo con lo indicado por Palacio, además de la falta de uso de preservativo y la resistencia a realizarse chequeos ginecológicos regulares, el desafío más grande es la falta de educación sexual, sobre todo en aquellos que empiezan a tener relaciones a edades tempranas. Sin embargo, según lo que indica, la clave para revertir esta tendencia es la educación.

"Tenemos que insistir en educar. Hoy en día, los jóvenes consumen información a través de las redes sociales, y es nuestra labor como médicos y medios de comunicación llevar estos mensajes a ese espacio".

Cabe mencionar que nivel global, la OMS calcula que 500 millones de personas tienen una infección genital por herpes, y más de 300 millones de mujeres están infectadas por el VPH. Según cifras de ONUSIDA, en Colombia, en 2023 se registraron 166.496 personas viviendo con VIH, y solo el 43,50% de los casos fueron detectados tempranamente.

Por estas cifras alarmantes, la médica Liliana Palacio hace énfasis en que la prevención no solo radica en el uso de preservativos, sino también en el acceso a la información y en la creación de una cultura de salud que permita a las mujeres y a los jóvenes en general acudir sin temor a sus consultas ginecológicas y realizarse exámenes periódicos.

“La detección temprana salva vidas, y, en un país donde aún predomina la falta de información, es crucial seguir insistiendo en educar y concienciar sobre los riesgos y consecuencias de las ETS”, concluyó.