El departamento del Atlántico, en materia de empleabilidad, ha presentado un ligero crecimiento desde 2020, año de la pandemia, hasta el 2024.

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Si bien se han creado 206.000 nuevos puestos de trabajo en ese lapso, de acuerdo con datos entregados por la Cámara de Comercio de Barranquilla, estas cifras aún se mantienen por debajo de otras zonas del país, como Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca y Santander.

Es decir, que pese a haber registrado un incremento del 20% -con 1.25 millones de trabajadores en 2024-, es el de menor ritmo de crecimiento en la generación de empleo entre los departamentos principales.

Sin embargo, la Cámara de Comercio sostuvo que para 2025 los empresarios del departamento mostraron optimismo en el tema de empleabilidad.

“La Encuesta Ritmo Empresarial arroja resultados optimistas para este año (2025), pues el 30% de los empresarios consultados indicaron tener planes de aumentar su planta de trabajadores y solo el 5% señaló haber considerado una reducción de su personal”, refirió Manuel Fernández, presidente Ejecutivo de la entidad gremial.

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Entretanto, el mercado laboral en la región Caribe entre 2022 y 2024, según Fundesarrollo, reflejó una serie de cambios que han influido en las dinámicas de ocupación y desocupación.

“La tasa de ocupación disminuyó, pasando del 55,6% en 2022 al 53,9% en 2024, lo que sugiere una reducción en la proporción de personas con empleo en relación con la población en edad de trabajar”, expuso Oriana Álvarez, directora de la Fundación para el Desarrollo del Caribe.

Manifestó que aunque la tasa de desocupación haya mostrado una disminución, de 11,3% a 10,7%, el descenso -dijo- guarda relación con la caída de la tasa global de participación, que pasó del 62,7% al 60,4%.

“Este comportamiento indica que un menor número de personas está participando activamente en el mercado laboral, lo que podría reflejar, en parte, la búsqueda de alternativas fuera del empleo formal o la falta de opciones laborales adecuadas. En el Atlántico, la tendencia fue similar, con una caída en la tasa global de participación del 65,6% a 62,9%”, explicó.

Álvarez sostuvo que la tasa de ocupación y desocupación también presentaron reducciones de 1,6 y 1,2 puntos porcentuales (pps), respectivamente. Asimismo, la tasa de subocupación -señaló- registró una caída, pasando de del 14,7% al 9,6%.

Lo anterior, según Fundesarrollo, muestra una disminución en la cantidad de personas que buscaban cambiar de empleo para mejorar sus condiciones, aumentar sus horas de trabajo o desempeñar labores más acordes con sus habilidades.

“Este contexto muestra un panorama de estabilidad relativa en términos de empleo, pero también evidencia algunos desafíos para el entorno laboral, como la reducción en la participación de la población en el mercado, y la necesidad de mayores esfuerzos en la creación de empleo de calidad y sostenible”, apuntó la directora de Fundesarrollo.

Creación de empresas

La Cámara de Comercio de Barranquilla y Fundesarrollo coincidieron en que la dinámica de creación de empresas en el Atlántico ha sufrido una “contracción” en los últimos años.

“El stock de empresas de la jurisdicción se redujo en un 2%, lo que equivale a 1.568 empresas menos que en 2024. Esta variación se suma a una tendencia ya visible desde 2022, cuando se contaban 78.425 empresas en el departamento”, refirió Fundesarrollo con base a datos de la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Señaló que el tejido empresarial continúa estando conformado, en su mayoría, por microempresas, que representaron el 94,6% del total en 2024. Les siguen las pequeñas empresas con un 3,7%; las medianas con 1,2% y las grandes con apenas el 0,5%.

“Esta estructura evidencia una alta concentración de negocios de menor escala que, si bien dinamizan la economía local, pueden enfrentar mayores dificultades para adaptarse a un entorno económico cambiante”, afirmó Oriana Álvarez.

Por su parte, Manuel Fernández aseguró que en el Atlántico se han creado cerca de 12 mil empresas en el último año. Indicó que la cifra en 2024 se ubicó un 7% por debajo lo observado en 2020.

“El aún modesto crecimiento de la economía y la elevada incertidumbre que atraviesa el empresariado en Atlántico estaría afectando no solo la creación de empresas, sino también el ritmo al que se crea empleo en el departamento”, apuntó.

Desafíos

Pese al bajo ritmo en el que han avanzado los temas de empleabilidad, se reconoció una recuperación paulatina en varios frentes y se mantiene el optimismo para este 2025.

Los directivos señalaron que los años recientes han estado marcados por importantes desafíos para la economía nacional y regional, reflejados en un menor dinamismo productivo, ajustes en el mercado laboral y una contracción del tejido empresarial. Sin embargo, aseguraron que los datos más recientes muestran señales de estabilización.

La tarea hacia adelante, según la directora de Fundesarrollo, consiste en “seguir generando condiciones que favorezcan el empleo de calidad, el crecimiento empresarial y la productividad, especialmente en un entorno económico que sigue siendo exigente pero que también ofrece nuevas oportunidades”.