¿Adjudicar o no la concesión de alumbrado público en Santa Marta?, esa es la cuestión
Si la licitación la adjudican, la concesión tendrá que invertir 60 mil millones de pesos en modernizar el sistema de alumbrado de la ciudad. En este punto, sale más beneficioso que la adjudiquen, a que no.
El próximo 24 de agosto de 2018 se realizará la audiencia pública en la que la Alcaldía de Santa Marta dará a conocer si adjudica o no la licitación de alumbrado público al proponente Promesa de Sociedad Futura Alumbrado Público de Santa Marta S.A.S. – Alusmart.
Este proceso de licitación, que ya anteriormente fue declarado desierto, hoy tiene actores que se le oponen, entre ellos, la Procuraduría Regional del Magdalena que, en cabeza de Ana María Muelle, quien renunció por el escándalo por el presunto cobro de sobornos para engavetar investigaciones, había realizado varias observaciones en medio de un ‘acompañamiento especial’ al proceso.
La queja de la procuradora regional se sustentaba en que el contrato no ofrecía las suficientes garantías para que fuera plural, es decir, para que participaran suficientes compañías.
Fue por ello que, para tratar de darle transparencia al proceso, la Alcaldía de Santa Marta contrató a la firma consultora Proyecta, la cual hizo un análisis del sector y encontró que al menos 5 compañías, en Colombia y México, reúnen las condiciones necesarias para acreditar la suficiente experiencia para aspirar al proceso de licitación.
Ver: Carta de Proyecta sobre alumbrado público en Santa Marta
Y es que la tarea no es tan fácil, pues las exigencias del contrato piden que el proponente que quiera aspirar debe comprometerse en hacer una inversión para la ciudad tasada en 60 mil millones de pesos en la modernización y expansión de la red de alumbrado, por lo tanto, ese aspirante debe poseer y demostrar esos recursos.
Si el actual proponente es elegido, parte de sus compromisos implican la construcción de una granja solar, es decir que la ciudad tendría un gran espacio con paneles solares que contribuirán en gran medida a disminuir los costos mensuales que deben pagar por la energía que se gasta la administración distrital en iluminar los espacios públicos por las noches.
Además, en un plazo máximo de tres años, el contratista tiene que realizar la sustitución de la totalidad de la luminaria que tiene bombillas antiguas, por luminaria tipo LED, que también garantiza una disminución en el consumo de energía.
De momento, la Alcaldía tiene dos caminos: o adjudica el contrato al proponente que aspira y le asegura a la ciudad una plena modernización de la red de alumbrado en un corto plazo, o simplemente lo declara desierto. Todo apunta a que el contrato puede ser adjudicado, puesto que los incumplimientos que había tenido el proponente en la primera revisión, todos eran subsanables, como ya lo había contado Seguimiento.co en una publicación anterior. Dicha subsanación, según conoció este medio digital, ya fue realizada y está en poder del comité evaluador.
Lo cierto es que declararlo desierto no sería beneficioso, pues al alcalde de la ciudad le quedaría fácil simplemente lograr una prórroga más por los próximos años a la concesión que actualmente maneja el alumbrado y quitarse el chicharrón de encima. A fin de cuentas, parte de quienes manejan actualmente el alumbrado, son los mismos que aspiran en la licitación.
En cambio, si se adjudica le impone nuevas reglas de juego al contratista, que implicarían, de entrada, meterle 60 mil millones de pesos a la ciudad. Llegará la fecha y sabremos.