Rosmery Quintero, directora Ejecutiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), seccional Atlántico, advirtió este jueves sobre un posible nuevo impuesto que impactaría al sector empresarial de Barranquilla.

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La directiva sostuvo que el Distrito evalúa la modificación del Impuesto de Industria y Comercio (ICA), lo que representaría -según mencionó Quintero- mayor carga fiscal para las empresas.

Señaló que actualmente, en conjunto con el Comité Intergremial del Atlántico, analizan lo contenido en el proyecto que aún se mantiene en borrador.

“(…) hay que ser muy equilibrados y que ojalá todas las proyecciones que tengamos como Distrito nos den la capacidad suficiente para mantener el lujo de ciudad que tenemos, pero que no nos siga afectando el bolsillo el sector empresarial. Hay un proyecto, que está en borrador, sobre otra modificación del ICA y que estamos evaluando. Todo se vuelven impuestos”, afirmó en el Congreso de Empresarios: MiPymes en la Reconfiguración Global.

Quintero cuestionó el “poco” apoyo recibido por parte del Gobierno nacional, al tiempo que propuso al Distrito mirar otros mecanismos de ingreso para la ciudad para “no afectar tanto al sector empresarial”.

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“El ingreso nuestro (Barranquilla) son vía impuestos y transferencias de la Nación. Esta última tiene una destinación específica que es salud y educación. Entonces, con el resto hay que buscarlo vía impuestos y algunos servicios que uno tiene que pagar, pero terminan siendo impuestos. Tenemos una ciudad que ha evolucionado mucho, pero hay que tener un equilibrio”, anotó.

Propuso, en ese sentido, tarifas diferenciales en atractivos turísticos de la ciudad como mecanismo para generar ingresos para la ciudad.

“Creo que el Distrito tiene que revisar, en un momento dado, otra clase de ingresos. Por ejemplo, está la Luna del Río, nuevo atractivo de la ciudad, al cual se podría poner una tarifa diferencial para las personas que quieran usarla”, explicó.

Y agregó “(…) tenemos que ser responsables y hacer un buen proceso de planificación fiscal, no pensando en lo que les compete a los territorios independientemente de la autonomía nacional. Un análisis integral, porque hay dos segmentos poblacionales que son los más afectados. Uno es el sector empresarial y el otro es la ciudadanía en general. No hay más, no hay más a quien afectar y eso es lo que tenemos que cambiar”.