El obispo de la Diócesis de Istmina, Monseñor: Mario de Jesús Álvarez, denunció este martes que al meno 9.000 personas de las comunidades negras e indígenas están padeciendo hambre por el doble paro armado entre la guerrilla del ELN y la banda criminal ‘Clan del Golfo’ .

Declaró que al menos cinco poblaciones, Nóvita, Medio San Juan, Litoral del San Juan, Istmina y Sipí, están acorraladas porque las familias no ha podido salir por los enfrentamientos entre los dos bandos que además han frenado la entrega de alimentos por parte de la Iglesia.

Dijo que el domingo, el ELN permitió un corredor humanitario para distribuir la ayuda, pero que el lunes, el ‘Clan del Golfo’ impidió el avance, declaró para Noticias Caracol.

“Los alimentos y medicinas que llevábamos para las comunidades desplazadas en San Miguel, las pudimos entregar, pero aguas abajo, en la zona de Chambacú, no nos lo permitieron”, añadió.

Según Monseñor Álvarez hay un doble paro armado. “El Clan del Golfo dice sí, el ELN establece un paro armado y nadie dice nada, ninguna institución, el gobierno nacional no dice nada y no se asientan sobre este asunto, pues entonces nosotros también haremos un paro armado”.

Finalmente, pidió al ELN que en medio del cese al fuego que acordaron con el Gobierno Nacional, den muestras claras para que realmente el proceso avance.

En ese sentido, el Alto Comisionado de Paz exigió tanto al 'Clan del Golfo' como a ELN  permitir de inmediato el libre tránsito de personal civil y ayuda humanitaria para las comunidades apartadas por las operaciones armadas.

Denuncíó que una lancha de la Alcaldía de Itsmina en la iban los personeros de Itsmina y Sipí con ayuda para las comunidades afectadas fue requisada y detenida con un disparo de advertencia.

También condenó el asesinato de José Florencio Hurtado a manos del 'Clan del Golfo' el pasado 2 de julio en la comunidad de Chambacú en el que un hijo de la víctima resultó herido.