Mientras el panorama de Bogotá es alarmante, los barranquilleros gozan de un servicio de agua potable sin racionamientos pese a las sequías que ha afrontado el país. Sin embargo, esto no se debe a la capacidad de ahorro de los ciudadanos.

Información que maneja la Gerencia de Eficiencia Hidráulica de la Triple A arroja que mensualmente la empresa está procesando 22 millones de metros cúbicos, de los cuales solo factura 11 millones y medio.

En otras palabras, el 49% del agua potable se pierde en Barranquilla, ya sea por fuga o por robo.

Con esta cantidad, se podrían llenar 4.600 piscinas olímpicas de 2.5 millones de litros de agua.

"En 2021, después de la pandemia, tuvimos un aumento de pérdida del 54%, es por eso que arrancó esta gerencia, que ha logrado bajar las pérdidas en un 49%", manifestó Álvaro Araujo, gerente de Eficiencia Hidráulica de Triple A, en diálogo con Zona Cero.

Araujo explicó que las pérdidas de agua se pueden dar físicas y comerciales. Las primeras son las fugas en redes, mientras que las segundas están ligadas a un uso irregular del servicio.

"Barranquilla es una ciudad que desperdicia mucha agua potable. Desafortunadamente, es una situación que se nos viene presentando. Quizás no somos conscientes de la importancia que tiene el recurso hídrico en la ciudad. Tenemos un río Magdalena que tiene un caudal suficiente para abastecer la ciudad, pero no hacemos un uso racional del líquido", destacó Araujo.

"La invitación es a que seamos conscientes, miremos el caso de Bogotá, que está pasando por una situación de racionamiento y esperemos que en el futuro no lo tengamos que hacer", agregó. 

Triple A está invirtiendo para una reducción en esta pérdida de agua potable, por ejemplo en un software, con la expectativa de que se reduzca a un "40 o 35% en el mediano plazo".

Con esta herramienta puedan tener indicadores de monitoreo de presiones, caudales, integración, facturación de los medidores en ese proceso y de los balances hídricos en tiempo real.

Según explicó Araujo, en la Costa Caribe las pérdidas de aguas potables oscilan entre el 45 u 80%, mientras que en el interior, "donde las problemáticas sociales y culturales son diferentes", están en un 35 o 40%. 

"Empresas referentes a nivel nacional son EPM y Acueducto de Bogotá, que están en una cifra del 38% de pérdidas. Así que por ahí podría ser una primera meta intermedia de la compañía", apuntó.

¿Qué puede hacer la Triple A ante el uso irregular del servicio?

El robo de agua se caracteriza como defraudación de fluidos y es penalizable.

"Ese tipo de acciones, por parte de los usuarios, genera incluso un delito penal que lo puede llevar a la cárcel. Muchos de esos casos los manejamos o los llevamos hacia allá, pero de alguna forma se resuelven de manera administrativa con una conciliación con el usuario y una prohibición de que el usuario cometa esa irregularidad en el futuro", aclaró Araujo. 

Si usted conoce de alguna fuga de agua o de un uso indebido del servicio, lo puede reportar al 116.

Experto analiza 

Javier Abello, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal) seccional Caribe, aseguró que "nos falta como ciudadanos conciencia de controlar el uso de agua, tenemos costumbres que nos afectan".  

Abello destacó que la empresa encargada hace un trabajo rápido para atacar las fugas, no solo las que están a simple vista, sino aquellas no reveladas.

Pero recalcó que "la conciencia ciudadana es clave para disminuir las cifras de desperdicio".