‘Calancho’, el carnavalero que le impuso su sello a las letanías
A Henry Barrios, su personaje le ha valido para incursiones en cine y televisión. Tiene una fundación que ayuda a personas en condición de discapacidad.
Es probable que por estos días Henry Antonio Barrios Castro sea una de las personas más y mejor informadas en temas locales y nacionales, sin dejar de lado la actualidad de lo que acontece en el mundo.
Desde temprano en la mañana y hasta el anochecer, permanece atento a las noticias que da la radio, ve lo que muestra la televisión, lee prensa y plataformas web, siempre pendiente a lo que está sucediendo, a lo que es noticia.
Además, también fija su atención en redes sociales, especialmente Facebook.
Pero, ¿quién es ese Henry Antonio Barrios Castro, que sigue el acontecer noticioso de manera tan vigilante y acuciosa?
Si nos referimos a su nombre de registro, a muchos tal vez no les diga gran cosa.
Sin embargo, si contamos que Henry Antonio es ‘Calancho’, el del Carnaval, el que impuso su sello personal a las letanías con acompañamiento musical folclórico, las cosas cambian; pues en estos momentos es uno de los hacedores más reconocidos de la manifestación folclórica de mayor importancia en nuestra Costa Caribe.
Entonces explica que su relación con lo que sucede como noticia, es porque de allí se nutre para componer sus famosas letanías, versos sarcásticos carnavaleros que contribuyen a formar parte del patrimonio oral de estas fiestas.
“Ahora nos acaba de dar ‘papaya’ el alcalde de Malambo, Rumenigge Monsalve, con una noticia que presentó la televisión. Iba a mostrar dizque la eficiencia de un sistema de reacción inmediata de vigilancia, que había implementado, y las cosas le fallaron. El tal ‘Carlo’, que debía responderle el llamado, no le dijo ‘ni mu’, y el alcalde quedó en ridículo”.
Con esto que sucedió en Malambo arrancó la producción 2023 de nuestras letanías, afirma Calancho con su natural desparpajo para decir las cosas.
Reconoce que hechos como el del alcalde le suministran la materia prima para inspirarse y estructurar los versos de una letanía, con suficientes gotas de humor y al mismo tiempo un sentido crítico y satírico.
Personaje nuevo
El personaje de ‘Calancho’ es relativamente nuevo: lo comenzó hace 9 años, en el 2013.
Para su impulso y sostenimiento como figura carnavalera se ha apoyado en las redes sociales, a través de las cuales ha podido mostrar y masificar lo que estaba haciendo, reconoce sin rodeos.
No obstante, ya arrastraba una trayectoria de más de 20 años con el grupo de letanías ‘Ánimas de Soledad’, de las que se deslindó para montar su propio proyecto carnavalero.
A esto le suma la participación en un programa de humor en la emisora Madrigal Estéreo, que le ayudó a romper el ‘miedo escénico’.
“Quise armar un concepto original sobre la base de las letanías, sin que perdieran su esencia y al mismo tiempo mostrar algo novedoso”, cuenta.
Fue así como concibió sus letanías con musicalización folclórica, y qué mejor que con una agrupación carnavalera o grupo de ‘millo’, como las llaman ahora en el medio.
Sin embargo, no estaba del todo satisfecho, consideraba que faltaba algo de impacto para darle más brillo a la idea.
Fue cuando se le vino a la cabeza el antecedente religioso de la letanía, y al ver una imagen del Papa en un computador que manejaba una hija en casa, decidió vestirse a la usanza de un obispo, o de un mismo Papa.
Luego disfrazó como ‘cardenales’ a los músicos de su grupo, que también hacen los coros de las letanías, y el proyecto quedó definido.
“Tengo 8 capas, 5 vestidos blancos y 5 gorros. Además 38 vestidos de 6 colores para los ‘cardenales’.
"Cuento con la suerte de que mi suegra y mi esposa son modistas-sastres, y me colaboran con la confección y decoración de los atuendos”, manifiesta.
‘Calancho’ le atribuye gran parte de su éxito al acople musical y de coros a sus compañeros, Jesús Acosta, en la flauta; Josimar Pizarro, tambora; Andrés Cohen, maracas; Yoimar Pizarro, tambor alegre; José Morales, llamador; y José Luis,‘El Mello’, Herrera, en el guache.
Un modo de vida
Lo de su personaje le ha dado méritos a Henry Barrios Castro para ser elegido Rey Momo del Carnaval de Soledad 2018, y haber sido nominado a la misma dignidad en el Carnaval de Barranquilla 2023.
Además, su nombre e historia como figura de Carnaval fue tenido en cuenta para hacer parte del libro “Carnaval del bicentenario...la mirada de sus artistas”, editado por la empresa Carnaval S.A., y el cual tuvo circulación internacional como medio de difusión de las fiestas.
Reconoce que una de sus grandes satisfacciones resultó haber sido escogido como invitado a la posesión del presidente Petro el pasado 7 de agosto.
“En Bogotá me mostré ante muchas delegaciones del país, me sirvió bastante para relacionarme y tener una proyección nacional, algo que no estaba buscando, pero que me llegó de imprevisto”.
Igualmente ayudado en la desenvoltura de su personalidad, desbordada de chispa, humor y carisma, ‘Calancho’ ha pasado de comediante de Carnaval a la actuación en cine y televisión.
Papeles menores que, no obstante, constituyen un paso más allá de lo que inicialmente planeó como hacedor del Carnaval, y que lo perfilan a representaciones de mayor compromiso escénico.
“Actué en el capítulo 28 de la serie ‘Leandro’, que difunde la televisión, además en las series extranjeras ‘Esperando un milagro’, con el actor Ramiro Meneses; ‘Brother Good’, filmada en Santa Marta; las películas ‘La estrategia del mero’ y ‘Sufragio’. Previstas a salir este año. También pasé un ‘casting’ con Caracol, y estoy a la espera de que me llamen”, relata con su locuacidad innata.
Además de toda esta actividad artística que le acapara gran parte del tiempo, ‘Calancho’ y su show se han convertido en un modelo de emprendimiento con el que saca adelante a su familia.
“Todo el año tengo presentaciones, me llaman de diferentes ciudades para actuaciones en empresas, animación de fiestas de cumpleaños, en restaurantes, en fin, tengo una agenda agitada. De esto vivo”, admite.
Además, como cereza del postre, ya empezó a monetizar en Facebook por el alto número de seguidores y ‘vistas’ a sus videos.
“Es que en un momento me dije, la oralidad como medio cultural se puede manejar todo el año como proyecto de vida, y aquí vamos”.
Tiempos de ebanistería
Antes de sumergirse en el mundo del arte carnavalero, ‘Calancho’ era un consagrado ebanista, propietario de un taller que manejaba en su antigua casa del barrio Manuela Beltrán de Soledad, donde contaba con 4 o 5 operarios.
“Hace cinco años tuve que dejar el taller porque, como le dije hace un rato, mi personaje me absorbió mucho tiempo, y no me gusta quedarle mal a la clientela”, reflexiona.
Su época con la madera la recuerda con cariño, porque le sirvió para sobrevivir dignamente al lado de su familia.
También recuerda que en esa actividad y en ese barrio fue “bautizado” con el apelativo con que todos ahora lo conocen, ‘Calancho’, contrario a los que muchos creen que nació de su papel carnavalero.
“Cuando era ebanista trabajaba mucho en el norte de Barranquilla, y a muchas familias les canjeaba parte de mi trabajo por cosas en buen estado de las que querían deshacerse. Luego las vendía. A los compradores que llegaban un vecino los orientaba, y le decían el ‘Calanchín’, vive allí, es decir, que yo ‘calancheaba’ cosas, de ahí pasó a ‘Calancho’, y así me quedé”, rememora entre risas.
Su motor, ‘Calanchito’
Henry Antonio Barrios Castro, cuenta con 55 años, es oriundo de Soledad, nacido y criado en el populoso barrio Ferrocarril.
Su esposa, Irene Martínez Salas, de 50 años, nutricionista y enfermera, es la madre de sus hijas: Karol Yicet, médica de 30 años; Jessica Paola, abogada, 29; Sonia Karina, médica, 23; e Ismel, de 20 años; al que llama con todo el amor que puede expresar su corazón de padre, como ‘Calanchito’.
El joven es de capacidad diferente, y ‘Calancho’ no duda en llamarlo “su motor”, el muchacho que lo acompaña y por él que lucha para que goce de la mejor calidad de vida posible en medio de sus limitaciones.
“Inspirado en ‘Calanchito’ y en muchas de las personas con esta discapacidad, en especial jóvenes, creamos la Fundación ‘Soy capaz de ser feliz’, con la que realizamos una labor social no solo en Soledad, sino en todo el departamento entregando sillas de ruedas, ojalá neuropedriáticas, las más costosas”.
De esta forma ‘Calancho’ se vale de su popularidad y renombre carnavalero para hacer un aporte social, una contribución humanitaria a quienes permanecen en esta condición, al tiempo que sigue derrochando alegría con sus letanías de Carnaval.