Uruguay goleó a Uzbekistán sin despeinarse y jugará la final de la China Cup
Los charrúas vencieron por 3-0 al conjunto asiático.
Uruguay lo tiene todo de cara para revalidar su corona de campeón de la China Cup tras imponerse por 3-0 a Uzbekistán en un partido relativamente fácil para el combinado dirigido por Óscar Tabárez, victoria que les sirve para acceder a la final, donde se enfrentarán a la modesta Tailandia.
El encuentro sirvió para que Diego Godín, quien capitaneó a su selección, celebrase su internacionalidad número 125, un número con el que iguala a Maxi Pereira en lo más alto del escalafón de partidos disputados con el equipo nacional de Uruguay.
El primer tanto de los charrúas no tardó en llegar: en el quinto minuto de juego, Lodeiro salvó una pelota que se iba a saque de puerta y la puso hacia atrás en el área, donde Gastón Pereiro, desmarcado, la cazó de semivolea con la izquierda y batió por bajo al cancerbero uzbeco.
Poco después, Vecino lanzaría cerca del poste un tiro cruzado y potente por bajo, pero Stuani, titular en el ataque uruguayo tras las lesiones de Luis Suárez y Edinson Cavani poco antes del inicio del torneo, hizo el segundo en el 22 al llevarse un balón rebotado de un defensa asiático, imponerse a su sorprendido marcador y meter la puntera para elevarla ante la salida de Kuvvatov.
El meta solo pudo contemplar cómo la vaselina se colaba en su portería y ponía el 0-2 en el marcador, que estuvo a punto de subir en el minuto 38, pero el punta del Girona marró una oportunidad clara en el mano a mano.
Aunque Uzbekistán llegó al descanso con el 64 por ciento de la posesión, en los primeros minutos de partidos ofreció un juego tosco, con pelotazos a seguir para que el espigado punta Shomurodov la bajase; cierto es que el césped no estaba en su mejor estado y no invitaba a practicar un juego de toque.
Los muchachos de Héctor Cúper fueron asentándose en el encuentro y en el campo rival, pero no ofrecieron una verdadera sensación de peligro más allá de un par de potentes disparos lejanos del centrocampista Shukurov -el más destacado de su equipo- que Muslera detuvo sin demasiados problemas.
Su única oportunidad de peligro llegó en el 61, cuando Shomurodov se adelantó a su marcador tras un centro medido de Sayfiev, aunque su cabezazo se fue al lateral de la red.
En el 75, Pereiro reventó el balón contra el larguero tras quedarse solo ante el portero gracias a una peinada de Stuani.
Pero el 0-3 acabaría llegando: a ocho minutos del final del partido, fue el propio Stuani doblaba su cuenta particular tras culminar un pase de la muerte que le entregó Jonathan Rodríguez, quien generó bastante peligro desde su entrada por el frente derecho del ataque.
El jugador del Cruz Azul mexicano tuvo una buena oportunidad en el 84 tras revolverse en el área y dejar atrás a dos defensores, pero Kuvvatov despejó a córner. Giménez marcó tras el lanzamiento pero el árbitro lo anuló ya que golpeó con el codo al meta en el salto, lo que le valió una tarjeta amarilla.
Ayer fue el turno de la anfitriona, China, quien pretendía sacar un buen resultado para clasificarse por primera vez a la final de su torneo, pero que cayó una vez más, esta vez por 0-1 ante Tailandia, un rival al que ya había batido en los octavos de final de la última Copa Asiática, celebrada el pasado mes de enero.
Así pues, la gran final entre Uruguay y Tailandia se disputará el próximo lunes a las 19.35 hora local (11.35 GMT), y la selección sudamericana intentará dar una alegría a su afición y subir la moral de sus jugadores antes de la Copa América, que arrancará en junio en Brasil.
EFE