Junior tuvo un empate con sabor a triunfo la noche de este jueves en Medellín, al igualar 1-1 ante el Atlético Nacional y superar la serie con marcador global de 4-1, en un juego donde tuvo autoridad y jerarquía para dejar en el camino al actual campeón de Colombia.

El equipo rojiblanco jugó con temperamento medido para los primeros minutos, que sabían lo que iban hacer desde hace más de quince días cuando se finalizó el partido de ida en Barranquilla con ventaja de 3-0 para los hojiblancos. Todo iba a ser muy bravo.

Las tribunas del estadio Atanasio Girardot no tenían su marco más impresionante, pero si un constante apoyo para impulsar a un Atlético Nacional muy herido que, en su desespero, fue cayendo en lo que Junior pretendía.

Sabiendo de la amplia ventaja, el cuadro barranquillero hizo todo lo posible por bajar todas las pulsaciones al partido, luego del inicio trepidante de los antioqueños que, empujando, muchas veces con pierna fuerte, imaginaron que podrían poner contra su arco a Junior.

Nada más alejado de la verdad. Junior terminaría el primer tiempo con más tiempo la pelota e iniciaría las acciones dejando en evidencia los descuidos de los paisas.

En solo 5 minutos, a los hinchas verdes el alma se les salió del cuerpo, cuando Carmelo Valencia llegó y apretó al portero Kevin Mier, le robó la bola, pero en la jugada individual no logró resolver, prácticamente en el área pequeña. Primer campanazo de alerta.

Una vez asentados en el terreno de juego, la visita comenzó a manejar la pelota, y una jugada trenzada entre Carlos Bacca y Carmelo, de donde salió un centro a cuyo encuentro no alcanzó a llegar Freddy Hinestroza, dando otro susto, esta vez a los 23 minutos, a la meta verdolaga.

El primer tiempo siguió su curso, pero con un Nacional cada vez más ahogado ante el orden de un Junior que lo superó y le ganó el control del partido, con mucha más actitud.

A los 41 minutos llegó una jugada polémica que el VAR no revisó bien, pues debió haber sido una tarjeta roja, clara y evidente. Andrés Román metió un planchazo, violento y desproporcionado, contra la humanidad de Freddy Hinestroza, que le valió tan solo una tarjeta amarilla.

Nacional apenas y tuvo una llegada a los 44 de partido, cuando Andrés Andrade superó en el área con un caño a César Haydar, para tocarla al centro a un Jefferon Duque que no logró definir y mandó la pelota por el costado de un Sebastián Viera, que terminó sin estiradas la primera mitad.

Juan Cruz Real recibió a los suyos con la ventaja intacta. Ahora tendría que navegar el barco por unas aguas que prometían ser mucho más turbulentas en la segunda mitad del compromiso, un rival desesperado y en agonía por su herida de muerte de tres goles.

El elenco antioqueño empezó con bríos el complemento, ya a los 50 minutos, tuvo su más clara opción en todo el partido cuando Dorlan Pabón se fue como un bólido contra la meta de Viera y sacó un tiro potente que reventó contra el palo derecho para irse afuera y dejar el juego aún sin goles.

Las malas noticias, luego de eso, se le acumularon a Nacional. Primero con una expulsión a Andrade por una falta temeraria y fuerte sobre Didier Moreno, cuando le dio una patada en la cabeza a Didier Moreno, intentando rechazar de chilena, para quedar con uno menos.

Luego, tras una acción en la cual Freddy Hinestroza supo dilatar el cobro de un tiro de esquina por el lanzamiento de objetos desde la tribuna noroccidental, y eso desconcentró a los defensas rivales, cuando levantó la pelota, fue Nilson Castrillón quien ganó el salto y clavó un testazo para marcar el 1-0.

De manera increíble el juez central Hinestroza lo anuló, sin explicación posible. El llamado del VAR no tardó y tras el chequeo, se le convalidó la acción, para celebrar el tanto que dejaba sentenciada las acciones.

A los 83 minutos, Jarlan Barrera estremeció el travesaño con un tiro libre que luego fue rechazado y en el tiro de esquina un defensor cometió un agarrón contra un rival que fue sancionado como penal y luego cobrada por Jefferson Duque para igualar 1-1.

El equipo encontró la sapiencia para redondear la noche y fue ampliamente superior hasta el final, donde Edwuin Cetré pudo haber anotado otro, pero su falta de puntería no le permitió al equipo anotar.

Luego del partido hubo escaramuzas contra Cruz Real, que no pasaron a mayores.

La semifinal quedó lista. Ahora se enfrentará en un emotivo duelo semifinal ante su histórico rival, el Unión Magdalena, en un compromiso que otorgará clasificación a la gran final y la disputa directa por el cupo a la Copa Libertadores.