Teófilo demostró que a Junior tienes que 'matarlo': Vino del banco y remontó para el 4-3
Tras ir perdiendo por tres tantos, se llevó la victoria ante el Deportes Tolima.
La entrada era para los niños, quienes podían ingresar gratis con la entrada un adulto. Para los más pequeños fue toda una feria, con su carrusel de emociones, que empezó como la casa de los sustos y terminó como una montaña rusa. Al final, llegó el premio mayor cuando Gutiérrez dio en el blanco.
Sin embargo, primero hubo que pasar las dolorosas para llegar a las gozosas. La primera amargura de la noche llegó de entrada. En tan solo un minuto, los tolimense mandaron la pelota al área donde Marco Pérez la luchó y en el rebote le quedó en los pies al venezolano Yohandry Orozco, quien tuvo tiempo de sobra para sacar un latigazo a la base del palo derecho de Sebastián Viera que nada pudo hacer. El 1-0 en el minuto uno de partido.
Junior quiso despertar del letargo y cargó con toda la violencia sobre el arco de la visita. Primero a los 7 minutos con un tiro desde la puerta del área de Víctor Cantillo que fue bien contenido por el William Cuesta. Al minuto siguiente Luis Díaz sirvió un centro a Jarlan Barrera que de cabeza que nuevamente fue evacuado por Cuesta.
Parecía que los barranquilleros tenían argumentos para descontar fácilmente, pero entonces llegó la segunda cachetada de la noche por parte de los de Alberto Gamero, que desde todos los flancos asfixiaron a los dirigidos por Julio Comesaña.
A los 11 minutos, un tiro de esquina bien pateado por Orozco encontró al espigado Julián Quiñones que sin siquiera despeinarse se levantó en medio de los defensas para conectar un testarazo tan potente que le dobló las manos a Viera cuando intentó despejar. 2-0 y lamentos infantiles en las gradas.
Todo le salió perfecto Gamero, quien sin más ni menos le dio un repaso al equipo donde no pudo triunfar hace un año, en medio de rumores por la falta de apoyo de algunos jugadores e incluso directivos. Sea como fuere, Gamero se estaba adueñando de cada centímetro de la gramilla del Metropolitano.
Por otro lado, Junior pudo haber jugado noventa minutos de largo que la pelota no iba a entrar. Perdidos en la cancha y sin puntería, los ojos de los hinchas se aglutinaron en la banca, tanto en la reacción desde la raya del entrenador Comesaña, como en alguna atisbo de ingreso de Teófilo Gutiérrez.
Tanto era lo poco que produjo el equipo barranquillero, que Viera se vio obligado a cobrar un tiro libre a los 21 minutos, pero el efecto y la potencia no fueron suficientes para vencer al meta tolimense que se quedó con ella.
En tanto, en el campo, los ‘Pijaos’ iban por todo, Marco Pérez desperdició una clara opción en una salida de Junior, pero pronto tuvo revancha. A los 33 minutos Marlon Piedrahíta perdió la pelota en la salida con Orozco, quien avanzó algunos metros para luego cruzar la pelota a Pérez, quien fusiló a Viera sin ninguna compasión. El 3-0 y todo parecía sentenciado.
Comesaña y sus muchachos se retiraron a los vestuarios golpeados y sacudidos por la superioridad aplastante del conjunto tolimense, quien con creces demostró porque era el mejor equipo del torneo en la tabla.
Ahora, la obligación del colombo-uruguayo era replantear y por ello mandó desde el primer minuto al campo de juego a Teófilo Gutiérrez en lugar de Sebastián Hernández, para tratar de despertar a su equipo. A los pocos minutos de iniciado el complemento, fue Daniel Moreno el que ingresó por un inédito Yony González, a los 53 minutos.
Sin embargo, la reacción corrió por cuenta de dos de los que ya estaban en la banca. Luis Díaz conectó una pelota a Jarlan Barrera, que sin dudarlo sacó un zurdazo inatajable, a los 58 minutos. El descuento 3-1 que devolvió las esperanzas a los aficionados.
Junior siguió apretando su paso su paso y fue encontrando en Teófilo Gutiérrez un socio ideal para sus compañeros. Y más que eso, Junior encontró en ‘Teo’ al hombre del gol del descuento. El de La Chinita llegó puntual a un desborde por la derecha de Piedrahíta que se transformó en un enredo en el área que desde el suelo capitalizó para poner el 3-2.
Un crecido Junior comenzó a acorralar a un Tolima, que en su desespero mandó al campo a Rafael Robayo. Era otro equipo, con sangre hirviendo y con el ‘cuchillo entre los dientes’. Una respuesta vigorosa como hace tiempo no se veía por parte de los barranquilleros.
A los 71 minutos, por poco llegó el empate en un desborde a toda velocidad por la derecha de Daniel Moreno que tiró un centro al segundo palo donde Luis Díaz se lanzó para definir de mediatijera, aunque su disparo salió por encima del arco, ante el suspiro de los aficionados.
Pero el desborde de emociones llegó a los 77 minutos, cuando Teófilo tejió una jugada con Moreno, quien centró al área donde Marlon Piedrahíta, utilizando su pierna menos hábil, mandó la bola al fondo de las redes ante el grito conmovedor de los hinchas.
Todo ya de por si era felicidad, pero la imponencia de Junior ante un Tolima devastado completamente por la superioridad del rival dio para que en el minuto 81 el juego terminase de dar una vuelta de 180 grados a la historia del compromiso, porque fue allí cuando Díaz sirvió su segunda asistencia de la noche, para que Teófilo demostrara que sigue siendo el goleador de raza de siempre, el crack barranquillero empujó la pelota adentro para el 4-3.
El Metropolitano tembló desde sus cimientos y bajo las luces nuevas que esa noche estrenó, el onceno rojiblanco brillo más que nunca en su historia reciente. Todo estaba de vuelta en su sitio y desde Barranquilla se volvió a mandar ese mensaje de toda la vida: A Junior tienes que 'matarlo'.
Ahora con 24 puntos y un mensaje de optimismo descomunal, los barranquilleros se enfocarán en el duelo del fin de semana ante Santa Fe. De otro lado los tolimenses, con un serio golpe en su confianza, mantendrá la punta del torneo pero ahora Alberto Gamero deberá trabajar para recuperar la moral de sus jugadores.