Una sombra parece despuntar en el horizonte de Catar que podría afectar la promocionada realización, a finales de este año, del primer Mundial de Fútbol en territorio árabe.

El tema no es deportivo, es cultural, y la denuncia la presentó ante la FIFA la presidenta de la Federación Noruega de Fútbol, Lise Klaveness, que hizo un llamado al gobierno catarí para que levante la restricción en ese país a la comunidad LGBTI, que actualmente no goza allí de la libre expresión de la personalidad ni afectos.

Ya el asunto fue tratado por Noruega en el congreso de FIFA en Doha, capital de Catar, en donde hizo un llamado al país anfitrión a respetar los derechos humanos, en particular este de la parte sexual.

“La seguridad de los aficionados y jugadores LGBTI que asistan al Mundial-2022 (18 de noviembre-21 de diciembre) sigue sin estar garantizada por el anfitrión del Mundial. Cuando se concede el Mundial a un país donde el modo de vida de los LGBTI está prohibido, el fútbol debe asegurarse que todos los aficionados y futbolistas puedan acudir al evento. Por el momento no es el caso", declaró Lise Klaveness en una entrevista a la agencia alemana SID.

"Han empezado a vender entradas, pero las prohibiciones siguen estando vigentes", añadió.

"Tenemos que asegurarnos de que estas leyes se suspendan durante el Mundial y que se haga público", sostuvo la dirigente noruega.

Los organizadores de Catar-2022 han asegurado que los miembros del colectivo LGBTI serán recibidos sin discriminación, y que las parejas homosexuales podrán compartir la misma habitación de hotel, pese a las leyes cataríes que criminalizan la homosexualidad.

"Todo el mundo será bienvenido aquí, todo el mundo se sentirá en seguridad", declaró a la prensa a finales de noviembre el director ejecutivo de Catar-2022 Nasser Al-Khater, quien estimó que su país está siendo criticado de manera injusta.

Finalmente el director del Comité organizador del Mundial-2022, Hassan Al Thawadi pudo reunirse con Lise Klaveness, pero los términos de la charla no trascendieron.