Un cabezazo sobre el final de las acciones fue lo que definió el triunfo de Junior sobre el Unión Magdalena en el último 'Clásico Costeño' jugado en el Metropolitano.

A pocas horas de volver a palpitar un partido que no se vive desde finales de hace casi tres años, las memorias vuelven.

Está el recuerdo de un juego sufrido, con futbolistas mundialistas en la cancha de lado y lado y una que otra sombra de jugadores que cambiaron de camiseta y hasta que firmaron sonados fracasos.

Aquella tarde-noche del sábado 7 de septiembre de 2019 el 'Coloso de la Ciudadela' estaba medio llenar para recibir un duelo que marcó el inicio de unas fechas por pagar del entonces entrenador del equipo rojiblanco Julio Avelino Comesaña. 

Ese juego lo dirigió desde la raya Roberto Peñalosa, quien sufrió su partido aparte. Es que los suyos dentro del terreno de juego apretaron mucho, pero generaron poco.

Los samarios se dedicaron a defender, dar pierna dura y quemar tiempo para llevar al desespero a los aficionados. 

Ese día Junior tenía grandes figuras en la grama, como era el caro de Teófilo Gutiérrez. Por la visita su gran referente era Abel Aguilar, quien se dedicó a manejar a sus compañeros para bajarle la intensidad al juego. 

'Teo' compartió frente de ataque con el venezolano Edder Farías, quien terminó firmando un estruendoso fracaso en el equipo. La idea ese día era tirar centros, aprovechando a Marlon Piedrahita y el supuesto y a la larga inexistente poder aéreo del atacante chamo. 

Farías solo se dejó ver una vez en la conexión con Piedrahita, cuando el segundo lo asistió con una gran pelota que el portero Horacio Ramírez despejó, a los 21 minutos. 

Tras un primer tiempo bastante flojo, la tribuna la tomó especialmente contra James Sánchez, quien no había estado claro. Curiosamente, el mismo volante hoy en día volverá a jugar el Clásico, esta vez desde la orilla contraria. Es el gran referente del Unión. 

A los 83 minutos Teófilo logró levantar un centro desde la derecha, al segundo palo, donde Freddy Hinestroza llegó para conectar de cabeza, pero con la mala fortuna que su disparo se fue desviado de la portería de Ramírez, ante el suspiro de la afición. 

Peñalosa, en su necesidad de ganar, metió al venezolano Yohandri Orozco, otro que pasó con más pena que gloria por el equipo barranquillero. 

Cuando en el ambiente había sensación de empate, de la nada llegó el pelotazo que lo cambió todo. 

El lateral zurdo Germán Gutiérrez localizó a Teófilo con un centro, el goleador la bajó y Germán Mera la remató con la coronilla para ponerla lejos del alcance del portero y configurar el definitivo 1-0.

Y es que nunca importa la diferencia de nómina entre unos y otros. Los clásicos siempre se sufren. Y para eso son, para sufrirlos y ganarlos. 

Esa derrota dejó encaminado al Unión al descenso a la segunda división, en tanto Junior al final lograría entrar a la final ante el América de Cali, donde quedó subcampeón. 

La tarde de este sábado no se espera menos que un partido emotivo, donde Junior tendrá que volver a sacar las 'charreteras'.