Luis Amaranto Perea mostró su decepción por el empate sin goles obtenido la noche del domingo ante las Águilas de Rionegro, que complicó las cuentas de los barranquilleros que ahora van a Pasto a jugar el todo o nada en la fecha 18. 

Con el resultado, Junior dejó en el aire sus posibilidades de clasificar. Al término del juego, Perea admitió que el rival planteó mejor el juego y que le sacó un resultado que duele mucho y que si no hubiera sido por Sebastián Viera, figura del juego, pudo ser peor. 

“Ellos hacen un gran partido, nos cerraron las líneas y no encontramos espacios. Sabíamos que sería así. Estábamos imprecisos en el primer tiempo y nos afectaron las dos cosas. Diría que, sobre todo en el primer tiempo, nos faltó precisión con el balón y movilidad. Entramos en un desespero, pero, en términos generales, ellos hicieron un partido que nos llenó de dificultades”, analizó. 

Así mismo, Luis Amaranto estaba molesto porque los periodistas indagaron sobre las órdenes que impartió durante el compromiso, especialmente cuando Águilas les ganó el terreno en momentos del juego. 

“No sé por qué cada vez que el equipo no gana, parece que el entrenador da la orden de meterse atrás. Eso no existe acá. Nunca ordenamos que se metieran atrás. No había espacios. El rival lo hace bien, nos cierra los espacios, nos hizo cobertura por las bandas, por dentro no estábamos generando, pero no es que cuando no marcamos, mandamos al equipo a meterse atrás", dijo.

"No mandamos eso. Son situaciones del juego donde el rival también juega. Junior no juega solo en la cancha. A veces lo podemos superar y a veces no”, agregó. 

Finalmente, Perea dijo que este punto tendrá que servir para confirmar la clasificación en Pasto. 

“Ojalá este punto nos sirva para ir a Pasto, ganar y confirmar nuestra presencia en el octogonal”, cerró. 

Lo cierto es que Luis Amaranto Perea ahora deberá timonear en medio de la tormenta de dos juegos consecutivos en la altura, primero en Copa Libertadores, en la Paz, y luego en la Liga Colombiana, en Pasto.