“No vi ningún golpe que le pudiera hacer ese daño”: empresario de Luis Quiñones
Manifestó que esperan la evolución con la esperanza de su mejoría.
Hace tres años y medio que el empresario Jhon Hernández tomó la decisión de apadrinar a un interesante prospecto del boxeo colombiano. Se trata de Luis Quiñones, con quien terminó por forjar una gran amistad y hasta le puso de apodo ‘Pantallita’.
Se conocieron a través de un amigo en común, el entrenador Miguel ‘Ñato’ Guzmán, quien preparaba al pegador para que hiciera su debut como profesional en el boxeo.
Quiñones recibió de Hernández el respaldo para poder dedicarse de lleno al ‘Arte de Fistiana’ y hasta se lo llevó a vivir a un negocio de su propiedad.
Siempre fue su mentor hasta la fatídica noche del sábado anterior en el coliseo Elías Chegwin de Barranquilla.
Quiñones perdió en el último asalto por la vía del nocaut ante José Muñoz, por el título nacional de las 144 libras. Solo faltaban 30 segundos para terminar el combate.
Sin saber cómo, su pupilo terminó inconsciente, debatiéndose entre la vida y la muerte, en coma inducido por un trauma craneoencefálico por contusiones traumáticas.
Para Hernández han sido horas de pesadilla, pues su pupilo y amigo está grave. Así lo contó a Zona Cero unas horas después de iniciada esta pesadilla.
¿Cómo han vivido estas horas desde el momento en que Luis quedó en grave estado?.
Triste, lamentable lo que está pasando. Estamos aquí a la expectativa de la evolución. Los médicos dicen que pasadas las 72 horas van a ir quitándole los medicamentos para que él vaya despertando por sí solo. Pidiéndole a Dios que salga de la mejor manera.
¿Cómo fue la pelea, recuerda cómo fue el combate que lo dejó tan delicado?.
La pelea en sí, tenía muchas expectativas. Son dos chicos que van creciendo en su profesión, el mismo sueño. La pelea iba muy pareja, muy buena, no vimos un golpe contundente, algo así que dijéramos, sino cuando ‘Pantallita’ se desvaneció. Creo que el referí creyó que era un resbalón, luego no se podía levantar, pensamos que era un calambre. Pero no, no pensamos que fuera esta lamentable situación, lo peor que puede pasar en el boxeo, que un golpe afecte el cerebro de un boxeador.
¿Cuándo se dieron cuenta de la gravedad de lo sucedido?.
Ya cuando no se levantaba, cuando le costaba esfuerzo. Se decidió llamar a la ambulancia, cuando las manos comienzan a entumírsele, ya vimos que la cosa era más delicada. Estamos viviendo una angustia imparable desde ese momento, hasta que mi Dios no lo levante de ahí, nosotros no vamos a estar tranquilos.
¿Cómo fue la preparación para la pelea y el estado de salud en el que llegó?.
Muy bien, todos los que lo conocen en el medio del boxeo, saben que es muy disciplinado, entregado. Él viene preparado hace mucho tiempo, primero había otra pelea, pero no se dio. Venía preparado hace muchos meses. Se cuidó su dieta, no tuvo que bajar de peso repentinamente, él venía bien, con todo. Sabíamos que iba a hacer una buena pelea, que la iba a tirar toda.
¿Entonces cómo se explica lo que pasó con él?.
No tengo la respuesta. Obvio que fue un golpe, pero no lo vimos. He visto la pelea, pero no veo un golpe que le pudiera causar todos esos problemas. Fue recibiendo y dando, no fue inferior en ningún momento, estuvo en la guardia hasta que cayó. No nos explicamos. Son cosas que pasan, accidentes, no sabemos.
¿Cómo está cubierto el tema de la salud de él, las pólizas para estos casos?.
En cuestión de salud, están respondiendo bien, no se le ha negado nada, lo están atendiendo. La empresa que era la organizadora ha estado pendiente, estamos orando y batallando para que él salga bien.
¿Cómo fue el tema para contactarse con los familiares?.
Claro, yo con ellos había tenido poco contacto, pero estaban pendientes de la pelea, la estaban viendo. Mandaron un familiar a la clínica y ellos se dieron cuenta de todo. Les hicimos llegar los recursos para que se vinieran, porque era urgente. De hecho, ellos ya están aquí, pendientes.
¿Después de hacerse amigos, cómo se siente con la situación de Luis Quiñones?.
Devastado. Es que ‘Pantallita’ es un integrante más de mi familia. Todos estamos pendientes, lo queremos mucho. Un muchacho con infinidad de sueños, metas por lograr.
¿Cuál es el plan si no pudiera seguir siendo boxeador?.
Dios nos va ayudar. Él es muy entregado al boxeo. Lo más posible es que no pueda seguir boxeando, pero puede participar como entrenador, en una esquina. Él lo va hacer, porque es lo que ama.
¿Qué es lo que viene ahora?.
Los médicos han dicho que las 72 horas son cruciales, para luego ir quitándole el medicamento y que vaya despertando poco a poco. Hoy los médicos mandaron un reporte, hablamos con un doctor y nos dijo eso.