Liberan al portero brasileño condenado por el asesinato de su amante
Bruno Fernandes estaba condenado a 23 años de presión por el crimen.
El exportero del Flamengo brasileño Bruno Fernandes, condenado a 23 años de prisión por el asesinato en 2010 de su amante, la modelo Eliza Samudio, salió de prisión hoy gracias a un recurso que le permite esperar en libertad a que la Justicia se pronuncie definitivamente sobre su caso.
Bruno abandonó la cárcel en la región metropolitana de la ciudad de Belo Horizonte en la que estaba preso desde hacía seis años y siete meses tras comprometerse a presentarse ante la Justicia cada vez que sea convocado.
El futbolista se benefició de una medida concedida por el magistrado Marco Aurelio Melo, uno de los once miembros de la corte suprema y quien alegó que el condenado está esperando hace más de seis años a que un tribunal de segunda instancia confirme o revoque su condena.
"Nada, absolutamente nada, justifica esa demora. La complejidad del proceso puede provocar un atraso en la apreciación de la apelación, pero jamás justificar tanto tiempo de custodia sin una condena de segunda instancia", aseguró el magistrado.
El futbolista ahora tendrá que esperar a que el Tribunal de Justicia del estado de Minas Gerais se pronuncie sobre el recurso que presentó pidiendo la anulación de su condena por supuestas fallas judiciales, ya que, según sus abogados, sin que se presente el supuesto cuerpo de la víctima no puede ser acusado de homicidio.
Bruno, preso desde agosto de 2010, fue condenado por un juez de primera instancia por homicidio calificado, secuestro y ocultación de cadáver. El cuerpo de Eliza Samudio, desaparecida cuando tenía 25 años, no ha sido encontrado.
El futbolista, que en la época era portero, capitán y uno de los ídolos del Flamengo, el club más popular de Brasil, también fue condenado en otro proceso por su responsabilidad en la retención ilegal y lesión corporal de Samudio, de la que era amante y con la que tuvo un hijo.
La modelo, actriz de películas eróticas y que venía presionando al portero para que reconociera la paternidad de su hijo y le pagara una pensión, había presentado una demanda ante una comisaría de policía de Río de Janeiro en la que acusó al futbolista de haberla secuestrado, agredido y amenazado con matarla.
La joven desapareció poco después y el portero fue arrestado luego de que un primo suyo, entonces con 17 años, admitiera haberla secuestrado por orden de Bruno para llevarla hasta la residencia del futbolista en las afueras de Belo Horizonte.
Añadió que la joven fue asesinada por un expolicía contratado por el futbolista, y que el homicida descuartizó a la mujer y sus restos fueron comidos por varios perros.
El expolicía Marcos Aparecido fue condenado posteriormente a 22 años de prisión por ser el asesino material de la amante de Bruno.
EFE