Crack en las canchas, cuando quiere, y siempre polémico fuera de ellas.

Así es Teófilo Gutiérrez, quien en su carrera deportiva ha protagonizado varios episodios que no le han permitido brillar como pudo hacerlo en grandes ligas del fútbol mundial.

¿Ídolo?, ¿ídolo de barro?, ¿ejemplo a seguir de nuevas generaciones?

Teófilo Gutiérrez “se enfrenta” ahora a sus contradictores por redes sociales, la ventana al mundo por la que es muy activo. Sin mencionar los conflictos internos con jugadores y técnicos con los que ha tenido diferencias. 

El más reciente tema de controversia entre sus seguidores y sus contradictores es el registrado anoche en un en vivo por Instagram en el que el jugador barranquillero respondía a quienes cuestionaron al equipo tras la derrota 2-1 en el partido de ida ante el América por la Superliga.

“¿Dónde están los sapos y las sapas?”, dijo el jugador. “Que salgan. Para darles garrote”, prosiguió. “Tiro y garrote les voy a dar malparidos” (SIC), añadió.

Al instante pregunta. “¿Si o no Mats?" (el perro). “Vamos a darles tiros. El que se venga pesado le vamos a dar tiros o si no le tiro los lobos para que le den dientes”, agregaba de manera desafiante.

“Malparido, el que se ponga pesado le traigo los lobos para que le den diente y si no se lo echo al hipopótamo que tengo h.p. para que lo parta en dos”.

En ese momento, Teófilo, era visto por 1.820 personas que lo seguían en vivo y muchos “celebraban” las afirmaciones del barranquillero.

¿Alguien en el entorno de @teogol_ ya le hizo ver su error e irresponsabilidad como referente y personaje púbico, dueño de una cuenta de Instagram con 1.4 millones de seguidores? Si de celebrar a rabiar títulos se trata, así no es. Muy mal ejemplo. (Video 2) pic.twitter.com/gbwhpmKeIB

— Germán Corcho Tróchez (@GermanCorchoT) September 13, 2020

Siempre polémico

Hace 10 años, cuando comenzaba a deslumbrar en el fútbol turco, entró en conflicto con las directivas del Trabzonspor. Comenzó a reclamar ser titular al cuerpo técnico, que no lo tenía en los 11 inicialistas. De súbito, al final del año, abandonó el equipo y regresó a Barranquilla.  

Luego de un conflicto con el equipo turco, pudo por menos dinero, incorporarse al Racing de Argentina. Allí se fue a los golpes en un entrenamiento con el arquero Mauro Dobler, y después tras una derrota ante el Independiente, le sacó un arma de aire comprimido al jugador Sebastián Saja en el vestuario después de la derrota 4-1 ante Independiente. Este incidente le costó la salida al jugador barranquillero.

En abril de 2012, militando en el Lanús, en donde solo estuvo un mes, también abandonó la concentración del equipo y regresó a Barranquilla, a Junior.

Luego pasó al Cruz Azul en donde solo jugó un semestre. Más tarde militó en el River Plate que era “el clubs de sus amores”, le fue bien, pero al tiempo tenia conflictos con el técnico Marcelo Gallardo y con Enzo Francescoli. 

De regreso a Junior, en 2017 se acusó al delantero de intentar seducir a la esposa de su compañero Roberto Ovelar, episodio sobre el que nunca hubo una respuesta del jugador barranquillero.