Junior derrotó la noche de este miércoles 1-0 a Colón de Santa Fe, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, gracias a un solitario gol de Jarlan Barrera que lo deja con la ventaja para el duelo de vuelta en Argentina y que además alegró una noche con pocas emociones.

Ni serie liquidada, ni grandes emociones, ni buen juego ni mucho más. Junior ganó y nada más. Solo un gol en la noche del Metropolitano fue lo que rompió el sueño general que se encargó de apoderarse de las tribunas del estadio.

Los primeros minutos del partido fueron emotivos. Sin embargo, fue un efecto que poco a poco se fue diluyendo en las acciones y terminó siendo un juego desabrido, con un Junior que pudo hacer algo más ante un Colón completamente sin herramientas para marcar la diferencia.

De hecho, solo el primer cuarto de hora de las acciones tuvo emociones, hasta que lentamente Junior no pudo hacer más y Colón se consoló con quedarse atrás y esperar la oportunidad para poder aprovechar algún error.

A los 9 minutos hubo una salida rápida en toque de primera intensión entre varios jugadores de Junior, que incluyó a James Sánchez, Sebastián Hernández y Jarlan Barrera, para terminar con Rafael Pérez, quien se desdobló al ataque para centrar a Luis Díaz, quien de media chalaca la mandó por fuera.

Sin embargo, el conjunto argentino reaccionó inmediatamente después, a los 10 minutos, tras sacar provecho de un mal regreso de la defensa,  por intermedio de Nicolás Leguizamón, quien tras quedar mano a mano con Sebastián Viera, la mandó por fuera para mantener el marcador intacto.

A los 12 de partido, un  tiro de media distancia de Hernández a la raíz del palo derecho del portero Leonardo Burián, que hizo levantar de sus asientos a los aficionados. Era un partido rápido de Junior, que no lograba cerrar sus varios acercamientos al arco.

Esa fue la tónica hasta entrando al minuto 20, cuando Colón adelantó un poco sus líneas y la pelota comenzó a rifarse en la mitad. No era mucho lo que pasaba en el terreno a esa altura y más bien los aficionados comenzaron a desesperarse en la grada.

De otro lado, los argentinos encontraban negocio en el partido. Con solo mantener el orden llevaron el duelo 0-0 al vestuario. Algo que les servía de cara al duelo de vuelta en Santa Fe.

Con el empate en el marcador, Julio Comesaña reunió a los suyos en el camerino para tratar de organizar en el descanso y devolverles el ímpetu de los primeros minutos, que se fue perdiendo. Jugadores como Luis Díaz debían entrar más al partido y Jarlan y Hernández debían tratar de pisar más el área para acompañar a un inquiero Yony González.

El segundo tiempo contuvo el mismo sopor insoportable del primero. Sin definición en los arcos y sin muchas opciones de riesgo. Era más un libreto repetido, con Junior teniendo la pelota pero con una posesión insulza.

Por eso, a los 59 de acciones, Julio Comesaña determinó al campo de juego a Teófilo Gutiérrez, sorpresivamente suplente en el inicio, en lugar de un desconocido Luis Díaz, para tratar de dar vida al ataque. Sin embargo, la variante no surtió ningún efecto.

Pero el premio a la más insistencia por parte de los de casa terminó por darle un gol para la victoria a los 71, cuando tras un cobro de tiro de esquina de James Sánchez,  Jarlan la empujó al fondo de las redes tras un fallo de la defensa argentina. Un tanto que en un partido donde no había grandes diferencias, podía ser suficiente para sentenciar el partido.

Sin embargo, Colón no se fue sin meter un último susto a Junior, en una pelota quieta. En un tiro de esquina a los 82 minutos, Emanuel Olivera se levantó para conectar un cabezazo que fue la única exigencia sobre Sebastián Viera en todo el compromiso.

Los minutos finales vieron a un Junior volcado en el arco visitante, pero sin la ‘pegada’ suficiente para poder anotar un gol. Así, con un 1-0 que fue bastante simple y aburrido, los ‘Tiburones’ ganaron y tendrán que defender esa mínima diferencia en la vuelta.