Nada se le vio a Junior este sábado en el duelo ante Once Caldas, partido que perdió por la mínima 1-0 y que ahondó la crisis de resultados de la divisa tiburona que ve cada vez más complicadas sus cuentas para avanzar en la Liga Colombiana.

El ayuno de triunfos de Giovanni Hernández ya se había acumulado en cuatro partidos y todos en el equipo estaban bastante hartos de la situación. Apuntaban a salir del bache, ante un Once Caldas que parecía una buena alternativa para reencontrarse con el triunfo.

En solo 10 minutos Junior pareció decidido a mandar al olvido la cadena de malos partidos que venía arrastrando hace cuatro jornadas. En su primera aproximación, Michael Rangel recibió una pelota en el área que no logró conectar bien, al patear cuando se estaba cayendo.

Cuatro minutos más adelante, Rangel colocó asistencia dentro de la misma área a Sebastián Hernández que entraba como un rayo por el segundo sector, sin embargo al llegar al encuentro el balón el tiro se estrelló en la humanidad del portero José Fernando Cuadrado.

Junior mostraba determinación para irse en ventaja, y un minuto más adelante volvió a tocarle la puerta a Cuadrado, esta vez por intermedio de un disparo de media distancia de Édison Toloza que encontró bien ubicado al portero.

Todo parecía indicar que sería una jornada positiva para los de casa que buscaba con afán la meta del cuadro visitante. Sin embargo, tanto buscar le fue generando espacios en su defensa que fueron explotados por el Once Caldas y llenaron de inseguridad a los rojiblancos.

A los 27 minutos Jhonier Viveros entró completamente libre para encarar a Sebastián Viera. El uruguayo en un gesto felino alcanzó a manotear la pelota desarmando las intenciones del cuadro caldense.

El peligro estuvo lejos de evaporarse. A los 34 minutos, fue Sergio Romero el que se escapó de la marca de los defensores para irse mano a mano con Viera, quien nuevamente logró quedarse con la pelota tras el disparo a quemarropa del atacante.

Sobre los minutos finales, hubo mucha intensidad en la primera parte, pero ninguna claridad por parte de las dos delanteras. Al final, Junior se fue con más inquietudes que respuestas al descanso y con la presión de tener que cambiar la imagen del juego en los últimos 45 minutos.

En tan solo en un minuto de iniciado el complemento, Yony González, de desapercibida primera parte, se escapó por la banda derecha para colocar un buen centro al primer palo donde llegó de frente Rangel para sacar un tiro que se fue por encima del arco.

El partido se volvió abierto. Cada vez Junior se asomaba más al arco de Cuadrado, pero en contraprestación regalaban al menos 40 metros a las espaldas de sus defensores. Todo estaba abierto para un contragolpe.

Y este llegó a los 57 minutos, cuando en un gran gesto Viveros punteó la pelota con la cabeza y salió de la marca de dos jugadores, tras esto avanzó libre de marca para servir un toque preciso a Daniel Hernández que entrando al área sacó un tiro al segundos poste dejando sin opciones a Viera. Era el 1-0 de un elenco que vino a jugar a Barranquilla y se aprovechaba de las falencias de un desamparado Junior.

Los ‘Tiburones’ parecían un pez fuera del agua. Sin ideas para atacar y con poca estructura para defender. Eran la suma de muchas individualidades en la cancha empujando el resultado para tratar de cambiarlo más a fuerza que con argumentos.

A los 67 minutos Caldas pudo aumentar el botín en un tiro de esquina desde la derecha, cuando Hernández lanzó un centro medido a la cabeza de José Julián De la Cuesta que por suerte encontró en su trayectoria a Viera.

La respuesta de Junior siempre fue empujando, tratando de forzar las cosas más que encontrando un fútbol fluido. Para dar alguna idea adicional, Giovanni Hernández ordenó el ingreso al campo de Vladimir Hernández.  

Así las cosas, lo mejor que hilvanó Junior fue un disparo de media distancia de Rangel, tras un borbollón de piernas en la media luna, que obligó a otra estirada monumental de Cuadrado, que en dos tiempos conjuró el peligro.

Sin embargo, la esperanza se rehusaba a abandonar a Junior. Por eso, una falta como caída del cielo a los 73 minutos sobre Rangel fue la oportunidad para el ‘Ángel del Arco’.

Viera se paró frente a la bola, en procura de su tercer gol. Ejecutando con clase, la pelota hubiera sido un gran gol, de no ser por el salto de Cuadrado que conjuró en dos tiempos  el riesgo en su meta.

Los minutos pasaban y la carga se hacía más pesada para Junior, que cada vez encontraba menos calidad para poder romper la muralla caldense. Sobre el final, a los 87, Rangel que siempre se mostró inquieto conectó una media bolea que se fue desviada del arco de la visita.

Al final, Junior llegó a la preocupante cifra de cinco duelos sin conocer lo que es la victoria. Peor que esto, solo ha sumado 2 puntos de los últimos quince. Ante estas circunstancias el destino no parece nada halagador para ‘Gio’ y su corte que ahora deberá nadar contra la corriente.

Junior viajará este domingo a las cuatro de la mañana para tomar destino a Uruguay para su duelo de mitad de semana ante Montevideo Wanderers.