Por segunda vez en menos de un mes, Junior volvió a perder otro semestre. Primero fue el de la Copa Libertadores en el que por un gol faltante dejó de pasar a la siguiente ronda. Ahora fue en la Liga Colombiana. Primero fue frente a Santa Fe. Junior solo necesitaba un gol para seguir en el camino y frente a un rival totalmente disminuido por la afectación del Covid 19 en muchos titulares, el cuadro rojiblanco no fue capaz de marcar ese gol que nos dejó por fuera.

Este domingo ante Millonarios, el otro cuadro capitalino, también Junior estuvo cerca, pero no llegó. Un gol para acortar la diferencia de los dos que bien temprano le marcó Millos, no fue posible para por lo menos, llevarnos a la definición desde el punto penal.

Y lo más triste, Junior no pudo ni supo sacar ventaja de tener un jugador más durante 70 minutos. Los embajadores quedaron con uno menos por doble amarilla al defensor Paz. La falta de efectividad y el manejo insulso, lento y sin profundidad, fueron razones para quedar por fuera de llegar a la final y disputar el título número 10 de su historia.

Esto nos lleva a pensar sin duda, que Junior volvió a perder el semestre. Es decir no fue solo (Copa Libertadores) a la que se creía podía haber avanzado más. También hay que resaltar negativamente la eliminación de la Liga al caer ante un rival que sobre el papel, por nómina es inferior.

En el fracaso, que no de otra forma puede llamarse, la responsabilidad enmarca tanto a jugadores como cuerpo técnico. Junior fue conformado este año para disputar la Liga y para avanzar mucho más en la Libertadores. Elementos considerados de primer orden en nuestro fútbol doméstico, finalmente no estuvieron a la altura. Nos referimos a jugadores como Fabián Sambueza, ‘Cariaco’ González, Hinestroza y Cetré. El propio Teófilo Gutiérrez, considerado uno de los mejores referentes, no rindió lo esperado y en las últimas fechas no pudo actuar por estar largamente lesionado.

Continuas lesiones en jugadores considerados claves fue decisivo en el andamiaje y rendimiento del equipo que nunca pudo agruparse cien por ciento en el orden colectivo. Seguidas afectaciones ameritaba sin duda un análisis profundo de técnicos y cuerpo médico para determinar las causas; lo cierto es que en contadas ocasiones se pudo conformar una verdadera nómina titular. 

Aquella creencia de que Junior tenía dos equipos y era el mejor conformado de la Liga fue  perdiendo credibilidad. No estando rivales como Nacional y América se abrían las mejores posibilidades para el onceno de Amaranto Perea; pero la eliminación nos dio la verdadera respuesta a tales y anticipadas percepciones de la crítica general.

Lo visto ante Millonarios este domingo fue vergonzoso. Con un jugador más en 70 minutos no tuvo la capacidad para llegar a un gol. Desde luego faltó la capacidad goleadora de Miguel Ángel Borja, pero aun sin el ariete monteriano, Junior por su mejor conformación debió pasar por encima de Millonarios. Y no logrando lo que en 90 minutos de juego debió conseguir, al final pretendió justificar la eliminación intercambiando golpes con el rival, en una burda y triste presentación. 

Nueva desilusión para  la hinchada. Ahora aparecerán las tristes y acostumbradas frases ¡Otra vez será..!