Junior no logró su meta y empató en un pálido partido 1-1 con Boca Juniors, por la quinta jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores y dejó el grupo abierto por el segundo cupo para la fecha final, donde tendrá que buscar los puntos en Brasil. 

La tensión era una sensación magnética que se pegaba en la piel, el partido no se jugó con lujos de sobra en la primera mitad. Es más, un Boca Juniors disminuido en su andamiaje por el calor, se batía bola a bola contra un Junior a veces con dudas en el fondo y que intentaba ordenarse con Teófilo y Chará. 

A los 5 minutos esa sensación de inseguridad se hizo palpable cuando Jorge Arias pifió a la hora de ser un cierre y la pelota siguió de largo y quedó en los pies de nada menos de Carlos Tevez, quien sin dudarlo dos veces sacó un fuerte tiro que logra ser contenido por Sebastián Viera.  

El campanazo de alerta fue justo lo que hacía falta para despertar a Junior, del letargo nervioso de los primeros instantes. Teófilo, capitán de campo, se conectó con sus compañeros, para asistir a los desbordes de Chará y Yony González para dejar en punta a un luchador Luis Carlos Ruiz. 

Así a los 11 minutos llegó la primera aproximación de los rojiblancos en el partido, cuando González se fue en mano a mano con el lateral Frank Fabra, para llegar a la raya de fondo y tirar un centro que fue rechazado y luego rematado en el rebote por Marlon Piedrahíta, con un tiro que se fue apenas por fuera. 

Junior siguió carburando en procura del gol, en un marco maravilloso de apoyo como hace tiempo no se sentía en el coloso de la Ciudadela. Pronto, el estadio estallaría en miles de gargantas emocionadas, pero primero debió poner algo de suspenso a la mezcla. 

A los 23 minutos Chará gambeteó por toda la banda izquierda de Boca, hasta encontrar el espacio para enviar un centro al segundo palo donde llegó sin marca Teófilo y terminó mandando su tiro por encima del travesaño, generando el lamento de los aficionados. 

Junior maduró y maduró las acciones, hasta que se encontró con el gol tan buscado en medio de una polémica jugada de tiro penal. El lateral Marlon Piedrahíta entró al área y ante la marca de Wilmar Barrios, se dejó caer para crear la sensación de falta, la cual compró el juez Roddyn Zambrano para pitar la jugada.  

Así, a los 32 minutos, frente a la pelota, Ruiz sacó un tiro a la raíz del poste izquierda donde llegó el portero Agustín Rossi, pero la esférica se estrelló contra el paral, el rebote volvió en dirección del delantero que esta vez no falló y la mandó al fondo. 

El Metropolitano se sacudió hasta la más profunda de sus bases, el grito se extendió por las cuatro puntas de Barranquilla y Junior se montó en el partido con el 1-0, en una catarata de emoción que se se extendió hasta el final de la primer parte. 

Los jugadores se fueron al camerino y Julio Comesaña les dejó claro el mensaje, no dar oportunidades y afrontar el partido con inteligencia. El dominio de la pelota iba ser fundamental, todas esas cosas fallaron nada más empezar la segunda mitad y terminaron en un amargo empate. 

A los 50 minutos, en una jugada de tiro libre de costado cobrado por Cristian Pavón, Luis carlos Ruiz peinó la pelota en el primer para provocar un autogol que desinfló al equipo y lo dejó fuera de combate. 

De allí en más, a los 57, Junior estuvo cerca del segundo luego de un enredo de piernas y rechazos en el área que fue cazado por Teófilo con un tiro que se fue por encima del travesaño, para desilusión de los aficionados que colmaron el Metropolitano. 

Al final, un empate con muchos intentos y escaramuzas por parte del equipo local, pero sin gran riesgo real, mientras que un Boca más experimentado se conformó con el empate, a raíz de la lesión de Wilmar Barrios. La igualdad era un buen botín para ellos. 

Junior ahora deberá definir su clasificación en Brasil ante Palmeiras, sacando un resultado y esperando que Boca Juniors no logre un triunfo de local con Alianza Lima, en la última jornada.