Pese a que los hinchas se puedan sorprender, y resulte hasta indignante para muchos aficionados, luego de la dolorosa derrota 4-0 ante Atlético Nacional  el conjunto de Junior recibió licencia de tres días para descansar y recuperarse de la exigencia que han venido teniendo a lo largo del semestre.

De momento, Junior ha enfrentado en este semestre 16 partidos de la Liga Colombiana, 6 de la Copa Colombia y 4 de Copa Suramericana. Un total de 26 compromisos, lo cual se traduce en 2340 minutos de actividad.

A esto se debe sumar el gran número de lesiones que se han presentado en el equipo (Roberto Ovelar, Juan David Pérez, Iván Vélez, David Murillo, Michael Ortega, etc.), lo cual obligó a que muchos jugadores asumieran más minutos de los que inicialmente les correspondían, y desgastaran su condición atlética.

Pero más allá de eso, la afición se pregunta si después de semejante ‘perrateada’ era conveniente dar un reposo tan largo a los jugadores, en vez de aprovechar la semana y media para trabajar y afinar todos los detalles que están sueltos en el equipo que, luego de lo visto el sábado pasado, son varios.

Aunque el cuerpo técnico argumente que era algo que estaba presupuestado desde hace tiempo en los planes del equipo, lo cierto es que cuatro goles en 45 minutos en la propia casa deben ser argumentos más que necesarios para cambiar cualquier designio.

Junior volverá a trabajos el miércoles en horas de la tarde, para entrenar una semana exacta hasta su próximo compromiso, ante el Deportivo Independiente Medellín, en condición de local.

Un partido donde no se admitirán las excusas del desgaste, pues con tres días de descanso encima ¿cómo hacerlo?

Tampoco la afición dará compás de espera con los errores infantiles en defensa, despúes de todo, ¿con qué derecho se pueden presentar luego de una semana de trabajo?

Junior es tercero de la tabla de posiciones con 29 puntos, uno por encima del cuarto que es precisamente del Medellín. Es decir, no solo los rojiblancos volverán a ir en busca de la clasificación, sino que además podrán en juego su posición en la tabla.

Razón más que suficiente, para no tomarse ni un respiro.