Iranis Centeno, la ‘Tiburona’ de 14 años: una ‘joyita’ que se pulirá en la Liga
La jugadora actúa como delantera o volante creativa y está en la mira para ser contratada.
Es pequeña e inquieta. Tan juguetona con la pelota como lo es cualquier niña de su edad y que ama el fútbol. Iranis Centeno, de solo 14 años, va al colegio como las muchachas de su edad y podría pasar desapercibida de la multitud si no fuera por la pequeña diferencia que está a punto de convertirse en futbolista profesional.
Al lado de jugadores de roce internacional, con campeonatos mundiales y Juegos Olímpicos, como Kelly Peduzine y Nicole Regnier, se entrena Iranis, una niña menuda y que no sobrepasa el metro y sesenta centímetros de estatura.
Su habilidad, manifiesta en posiciones como delantera o volante creativa, llamó poderosamente la atención al entrenador Álvaro Núñez, un talento de esos que nació para brillar y al que hay que ir puliendo.
“Me siento muy bien. Que estén aquí ya es una experiencia, porque yo no las conocía. Me siento muy orgullosa de ellas pertenezcan a Junior, así como yo voy a pertenecer, gracias a Dios para darle duro”, comentó a Zona Cero Iranis.
Es por eso que el entrenador Núñez le dijo que desde ya hable con sus padres para el trámite de firmar contrato con el equipo. Por otro lado, el departamento jurídico de Junior ya está notificado, deben comenzar a buscar las alternativas para volver profesional a una niña.
“Sí. Tengo que ir a firmar lo del contrato, pero está un poco complicado allí. Yo creo sí es por la edad, pero yo quiero jugar es con la élite, no quiero jugar dizque (categoría) 2000, yo quiero con la élite, uno se tiene que poner más metas”, dice con la mezcla de gracia, ambición, insolencia e inocencia que solo se puede llegar a mezclar en el punto perfecto de la niñez.
Con apenas 14 años ha tenido un surgir meteórico en el fútbol aficionado. A tal punto de ser recomendada a las pruebas de selección de jugadoras de las Tiburonas, donde ya descrestó en menos tiempo del que le toma amarrarse los guayos y se volvió motivo de conversación del cuerpo técnico.
“Yo llegué al fútbol porque es mi pasión. Darle duro y como és. Soy delantera y volante 10. Yo empecé a jugar en Escuela Montaña, después Olímpia y después Tiburones Blancos. El que me metió fue mi hermano Víctor Centeno”, explica, afirmando que su gran sueño en el fútbol es “ser grande, con favor de Dios, y poder ayudar a todas las personas a salir adelante”.
Ya está finalizando sus estudios de bachillerato, en un colegio del sur de la ciudad, el mismo donde sus profesores han reconocido el talento de la jugadora y le han dado el apoyo para que pueda desarrollarse como aficionado. Ahora el reto será mayor pues deberá coordinar estudios, entrenamientos y partidos al mismo tiempo.
“Yo estudio en el colegio Germán Vargas Cantillo, en décimo grado, me apoyan mucho allá. Vivo en el barrio Las Malvinas, acá en Barranquilla. Ya están todos emocionados en mi familia”, describió.
Por lo pronto, esta niña ya se imagina jugando en el patio de juegos donde siempre había querido estar: en el estadio Metropolitano, donde quiere ponerse la camiseta de Junior y desafiar de tú a tú a las mejores jugadores del país. Prácticamente ya ve ese día llegar.
“Lo veo bien, nerviosa, pero es un primer día ¿sí o no? Es como es”, cerró.
Por el momento, Las Tiburonas siguen entrenando y conformando la plantilla de cara a su debut el próximo 12 de febrero en la Liga Femenina Profesional. en próximos días el entrenador Álvaro Núñez definirá la lista de 25 jugadoras oficial y se espera que en la semana se terminen de vincular el resto de jugadoras refuerzos.