Davide Frattesi festeja con sus compañeros su gol ante el Barcelona.
Davide Frattesi festeja con sus compañeros su gol ante el Barcelona.
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EFE

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Inter de Milán no se dio por vencido y eliminó al Barcelona de la final

El club italiano, con un gol de Davide Fratessi, derrotó 4-3, en la prórroga, a los catalanes.

El Barcelona rozó la gloria en San Siro. Puso al Inter contra las cuerdas y estuvo a escasos minutos de volver a la final de la Liga de Campeones, pero los goles de Acerbi en el minuto 93 y de Frattesi en la prórroga (4-3: 7-6, en el cómputo global) quebraron con crueldad el sueño blaugrana y permitieron a los italianos sacar el billete a Múnich, donde se enfrentarán al PSG o al Arsenal para disputar el título, la deseada 'orejona' que se les escapó en 2023.

Fue un ida y vuelta constante. De los ataques continuos del Inter a la resurrección del Barcelona. De los hachazos de Lautaro y Calhanoglu a los centros con lazo de Gerard Martín, asistente de Olmo y Eric García. De estar contra las cuerdas al dominio absoluto blaugrana. Y el colofón final del tiempo reglamentario con el gol de Rapinha en el 89, disfrazado de Iniesta durante unos minutos, el palo de Lamine que pudo ser decisivo y la respuesta sobre la bocina de Acerbi en el 93 que revivió al Inter.

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Ahí, en ese momento, en el minuto 93, cambiaron las tornas. El Barcelona se hizo algo pequeño y el Inter se agigantó cuando estaba muerto hasta que Frattesi entró en la historia del club con el gol en el 99 de la prórroga que vale una final.

Sólo dos años hacía que el Inter disputó en Estambul la última. Ambos merecieron el pasaporte, pero será el Inter el que viaje a Múnich esta vez. Volvió al partido más importante del continente de manera heroica por la remontada en un escenario brutal como San Siro y ante un Barcelona que nada puede reprocharse.

En el minuto 21, en un robo de Dimarco a De Jong en el centro del campo, llegó el primer hachazo. Dimarco tardó un segundo en colocar un balón al espacio a Dumfries, que en posición regular solo tuvo que dejarle suavemente el balón a Lautaro, goleador en un partido en el que hace no mucho ni se le esperaba.

El remate de Raphinha que terminó en el tercer gol del Barcelona.

La sensación era que el Inter, en realidad, tenía todo controlado. Ni siquiera un error en salida de balón que acabó con un centro de Eric y un intento de remate de Ferrán hizo saltar las alarmas. Tampoco un tímido disparo de Lamine en lo que pareció ser una de las últimas de la primera mitad, que terminó agitada por el penalti de Cubarsí sobre Lautaro. Convirtió desde los once metros el infalible Calhanoglu.

El Inter lo tenía en la mano. Pareció definitivo. El Barcelona parecía lejos de la gesta. Hasta que el colegiado pitó el inicio del segundo acto. El Barcelona volvió a ser el Barcelona de Flick. Agresivo, preciso, dominador y propositivo, en busca de la enésima remontada de la temporada.

Le faltaba el gol y lo encontró, quizá, de la manera más inesperada: en un centro lateral, con Gerard Martín como asistente y con Eric García como rematador en el segundo palo.

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El Barça olió sangre y pudo hacer el segundo inmediatamente con una contra con los mismos protagonistas: pase de Gerard y remate de Eric casi a puerta vacía. Casi, porque Sommer salió de la nada para hacer la parada de la noche y mantener a los suyos con vida. Fueron unos segundos efímeros, porque otra vez Gerard colocó un centro medido al segundo palo, directo a la cabeza de Olmo para igualar una eliminatoria que parecía perdida.

La gloria pareció estar reservada para un hombre que no tuvo una gran noche, pero cuya temporada es encomiable. Rapinha, en su primera acción de peligro, en el minuto 89, emuló a Iniesta para colocar al Barcelona, a su Barcelona, a escasos minutos de volver a una final de Champions.

El destino, sin embargo, tenía otros planes. La épica, la gesta, al final cayó del lado que pareció dejar escapar el partido. Primero Acerbi, central disfrazado de nueve, llevó el partido a la prórroga. Y después Frattesi, en una jugada bestial de Thuram, sentenció al Barcelona, luchador durante los 15 últimos minutos, frustrado por las ocasiones de Lewandowski y el paradón de Sommer de nuevo a Lamine.

EFE

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