Vladímir Putin juega con el balón obsequiador con Gianni Infantino.
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EFE

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Infantino regala a Putin un 'Krasava', el balón de la Copa Confederaciones

Será el torneo antesala al Mundial de Rusia en el 2018.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, regaló hoy un 'Krasava', el balón oficial de la Copa Confederaciones de 2017, al líder ruso, Vladímir Putin, en víspera del sorteo de esa competición.

El 'Krasava', palabra coloquial rusa que se utiliza para alabar a un hombre por una acción destacada, un gesto técnico o por su talento natural ("guapo", "artista" o "máquina"), incluye, además del tradicional blanco, el rojo, en alusión al rubí que adorna la corona imperial rusa.

Putin, que frecuenta los estadios en contadísimas ocasiones, se mostró convencido de que la Copa Confederaciones será un gran éxito, ya que los rusos son unos grandes amantes del fútbol.

Reconoció que no podrá acudir mañana, sábado, a Kazán para asistir al sorteo de un torneo que se celebrará del 17 de junio al 2 de julio de 2017 en Moscú, San Petersburgo, Kazán y Sochi (mar Negro).

En el bombo de la Copa Confederaciones, la antesala de la Copa Mundial en 2018, habrá ocho equipos: Chile, que logró por vez primera una plaza para este torneo tras ganar la Copa América; Alemania, campeona mundial; Portugal, campeona de Europa; y México, que se alzó con la victoria en el torneo en 1999.

Además, figurará Rusia como anfitriona; Australia, campeona de la Copa de Asia; Nueva Zelanda, de Oceanía, y un país africano que se conocerá en febrero de 2017 cuando se dispute la Copa de África.

A su vez, Putin no escondió su decepción por los continuos retrasos en la construcción del estadio del Zenit San Petersburgo, sede oficial de la Copa Confederaciones y que debía haber sido inaugurado hace ya varios años.

"Ésta es una historia muy triste", admitió el líder ruso, quien agregó, no obstante, que los constructores han prometido que solventarán todos los problemas antes de finales de este año.

En abril pasado Infantino se mostró "impresionado" al inspeccionar el estadio olímpico Luzhnikí, sede del partido inaugural y de la final del Mundial, y el del Spartak, la más moderna de las instalaciones mundialistas.

EFE

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