"Estaban los grandes y supe que puedo llegar lejos como ellos": Jhon Murillo
El triplista colombiano logró una actuación histórica para el atletismo colombiano.
El colombiano John Murillo ha alcanzado hoy la edad de adulto como competidor de triple salto, no por el quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Río 2016, sino por haber pasado de 17 metros delante de los santos de la prueba.
Después de un salto nulo que unos interpretaron como consecuencia del nerviosismo y el atleta asume como su intento de apostar a doble o nada desde el inicio, Murillo renovó el récord colombiano con una marca de 17.09 metros con la que pasó el corte y aseguró un inesperado quinto lugar.
"Demostré el nivel donde tenía que hacerlo, en la final olímpica; ahí estaban todos los grandes y hoy supe que un día puedo llegar tan lejos como ellos", dijo el competidor de 22 años, el latinoamericano mejor colocado en el triple salto olímpico.
Hace tres años y medio, Murillo comenzó a trabajar con el entrenador cubano Loisán Acosta, técnico de la misma nacionalidad que Ubaldo Duany, el hombre que llevó a la colombiana Caterine Ibargüen al título olímpico, y de manera silenciosa el dúo comenzó a abrirse camino en el ránking mundial.
En el primer año del ciclo olímpico, John hizo un salto de 16.58 y apareció en el 52 del mundo, en 2014 bajó al 77 con un 16.47 y aunque en la pasada temporada subió tres puestos en el ránking de la IAFF con 16.55, hasta este año lo miraron como un saltador de segunda fila con poco que decir.
Este año las cosas cambiaron. En mayo Murillo se hizo de la medalla de plata del Campeonato Iberoamericano y el 19 de junio, una semana después de su cumpleaños, hizo una marca personal de 16.96 con la que confirmó su pase a los Juegos Olímpicos.
"Ver a Caterine ha sido una inspiración, a veces hablamos pero nunca del triple salto. Sus hazañas llenan de felicidad a cualquier colombiano", reconoció hoy.
Ayer en la semifinal, Murillo se colocó octavo y hoy salió con una seguridad de veterano y al segundo salto aseguró el quinto lugar, una de las mejores actuaciones de Colombia en los Juegos Olímpicos cariocas.
"Venía preparado para pasar de 17 y me lo guardé todo para la final, no me esperaba el diploma olímpico y ha sido hermoso recibirlo", dijo el colombiano que mostró humildad en las entrevistas al reconocer que aún le falta mucho para ser el triplista que sueña ser.
De momento lo primero será buscarse un agente que lo acomode en las grandes reuniones de Europa donde, una vez que se presente en la alta sociedad del atletismo, debe mejorar cada vez que se enfrente a los 'monstruos' de la prueba liderados por el monarca olímpico estadounidense Christian Taylor.
"También me faltan cosas técnicas, como mejorar el segundo salto, mi principal falencia", aceptó hoy.
Este martes John Murillo no se dejó impresionar por los santos triple salto, sin complejos se movió entre ellos y no desentonó.
"He terminado con los pies 'estrallaos', los tendones de Aquiles laten y duelen", dice y confirma que si se colocó hoy entre los grandes fue por su gran corazón porque el cuerpo, todavía inadaptado al ajetreo de los saltadores adultos, estuvo a punto de doblarse.
EFE