Francesco Stifano, entrenador venezolano de las Águilas de Rionegro, lamentó la derrota 2-1 ante Junior, con un gol de penal en el minuto final de Miguel Ángel Borja, el cual calificó de una falla arbitral. 

“Para mi es un sabor amargo, hicimos lo más difícil que fue empatar. Me duele porque además no fue penal. Los que vieron el partido me dicen que Borja se dejó caer inteligentemente. El empate era bueno, pero lamentablemente lo perdimos al final”, expresó. 

El adiestrador indicó que la para de seis meses en el torneo fue algo que golpeó a su equipo y que eso los limitó de poder expresar un mejor fútbol. 

“Creo que al equipo sí le pegó. Después de 187 días sin jugar un partido, ante un equipo que viene de un ritmo de final y de Copa Libertadores. Pero las sensaciones son buenas, me voy contento con el desempeño de los jugadores. Sé que van a mejorar”, dijo.  

Para cerrar hizo hincapié en que luego de que vio la repetición, para él la jugada determinante del tiro penal, no existió.  

“Luego de ver la repetición en vivo en el banco, el árbitro es humano y se puede equivocar. Para mi no, pero eso es lo lindo del fútbol, la viveza de Borja bastó”, cerró.