Fueron 19.061 los hinchas que apostaron en una noche lluviosa por ver a Junior, por acompañarlo y alentarlo desde la tribuna. Fueron testigos de un partido inolvidable, donde no solo la escuadra tiburona venció a Millonarios 2-0, sino donde además el capitán del equipo Sebastián Viera marcó un soberbio gol de tiro libre que quedará para la posteridad.

El ambiente era frio. La afición, en su mayoría, desconfió del equipo. Pese a ello, el onceno entrenado por Alexis Mendoza salió al terreno de juego para ir buscar su pase a las semifinales del campeonato.

Tras un partido complicado, muchas intenciones de ida y vuelta, Junior comenzó a mostrar su objetivo mediante una serie de toques en la mitad, que terminó en un pase entre líneas de Vladimir Hernández a Édison Toloza, quien sin pensarlo dos veces disparó a las manos de Nicolás Vikonis, a los 20 minutos.

Tras esto, Millonarios intentaría reaccionar, con algunas escaramuzas. Sin embargo, dicha intención solo le dejó espacios servidos a un explosivo Roberto Ovelar quien en dos minutos disparó en tres ocasiones a la meta de Millonarios.

En primera instancia, escapó por la banda izquierda y sacó un tiro que pasó muy cerca de la meta. Tras esto sacó un disparo de media distancia, que encontró bien ubicado al guardameta. Finalmente, en un rebote tras un disparo de media distancia, Ovelar desvió el balón para que la esférica terminara en las manos de Vikonis, todo esto en el minuto 26.

Junior seguía carburando intentar romper la igualdad. Mostrando un acelerador a fondo, en el minuto 38, tras la ejecución de un tiro de esquina James Sánchez conectó un centro desde la izquierda con un potente cabezazo que obligó a una monumental estirada del arquero para evacuar el peligro.

En el albor de la primera mitad, un contragolpe azul por poco significó la ventaja para la visita. En una salida rápida, David Silva quedó de frente a la meta de Sebastián Viera, quien ágilmente estiró su humanidad para evacuar cualquier manto de peligro de su arco, a los 44 minutos.

Ya con tres minutos de adición, con el adesespero en algunos hinchas y muchas dudas en la cabeza de Alexis Mendoza, un mal rechazo de un tiro de esquina de la zaga azul fue aprovechado por Toloza que intentó un disparo desde el borde del área que fue conectado de cabeza por Jorge Aguirre para mandar a los camerinos a las dos escuadras con la ventaja parcial para los de casa.

La segunda mitad arrancó con el dominio de la escuadra bogotana, que salió a apretar a Junior en su campo y pareció que tendría las herramientas para poner contra su arco a los tiburones.

Sin embargo, fue Junior quien más rápidamente logró adaptarse mejor a lo que pedía al partido y con mucha paciencia intentó descifrar el sistema de los azules en la segunda mitad.

A los 53 minutos Aguirre estuvo cerca de aumentar la ventaja, y dos minutos más tarde el mismo atacante mandó a las nubes una gran jugada colectiva entre el recién ingresado Jarlan Barrera e Iván Vélez.

Sin embargo, lo mejor de la noche estaba reservado para el minuto 20 del complemento. En ese instante se señaló un tiro libre, de frente, a 25 metros de la línea de gol.

Fue en ese instante, cuando Viera llegó galopando desde su arco con la pelota debajo del brazo. Todo estaba arreglado, desde el entrenamiento del martes, cuando Viera disparó cinco oportunidades y anotó todas. Justamente, en el Metropolitano. Justamente en el arco norte.

Y con esa seguridad, el ‘Ángel’ Viera extendió sus alas, impactó de pierna derecha. Todo fue un suspiro. Vikonis quedó petrificado bajo los tres postes, mientras la bola hacía una parábola que casi podría llamarse una obra de arte. La esférica se anidó en el ángulo superior derecho. Gol, mejor dicho, golazo.

Los aplausos de esos 19.061 hinchas que le creyeron al equipo ante Millonarios, reventaban para darle vítores al jugador que tantas jornadas había salvado con las manos y que ahora con su pierna derecha desataba el éxtasis en el Metropolitano.

En un ambiente que coreaba el nombre del uruguayo, por poco se logra el tercero de la jornada con otro tiro libre, pero de Jarlan, que se fue contra las redes exteriores y que puso nuevamente de pie a los aficionados.

Junior siguió intentando, pero las manos de Vikonis respondieron para alejar el peligro en un cabezazo de Ovelar que por poco se fue al fondo de las redes, desde un tiro de esquina.

Sobre el minuto final del compromiso, un recién ingresado Andrés ‘Manga’ Escobar se coló al área, donde Viera nuevamente volviendo al hábito de las manos seguras, canceló todo peligro con una rápida reacción.

Ahora Junior deberá defender la diferencia de dos tantos el domingo, a las 4:00 de la tarde, cuando se mida nuevamente a Millos en el partido de vuelta en el estadio El Campín.