La coyuntura del duelo de la noche de este miércoles, entre el San Lorenzo y el Junior por la segunda fecha de la Copa Libertadores, es la perfecta para refrescar en la memoria de los junioristas a una de las glorias del arco roijiblanco, quien supo defender los colores del ciclón de Boedo.

En 1948, el barranquillero Efraín ‘el Caimán’ Sánchez logra lo que hasta ese momento parecía imposible para un futbolista colombiano: se convirtió en profesional para defender los colores de un equipo del exterior, nada menos y nada más que el encopetado San Lorenzo de Almagro.

Efraín Sánchez comenzó su carrera jugando en los equipos de la Liga del Atlántico, en la época del amateurismo, antes del inicio del fútbol profesional. Sin embargo, su talento debajo de los tres palos era tan impresionante, que se ganó la convocatoria para los Juegos Centroamericanos de 1946 en Barranquilla.

Durante las justas, Colombia ganó el oro en el balompié, con un descomunal Sánchez. Esto le valió ser convocado al Campeonato Sudamericano de 1947 (antigua Copa América) que se celebró en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

Colombia quedó último del torneo. Apenas marcó dos goles y le hicieron 19 tantos.  'El Caimán’ evitó más de treinta. Sus acciones en la portería llamaron las atenciones de propios y extraños. Así, en el lobby de un hotel, la vida le cambió a Efraín.

“En una visita en la que Lino Taioli, técnico argentino de la Selección Colombia, nos llevó a visitar a los argentinos, en el lobby del hotel encontré a René Pontoni y me dice ‘negro, ¿a vos te gustaría ir a jugar al fútbol argentino, para defender la camiseta de San Lorenzo de Almagro?’ Fue como llegar al Barcelona o al Real Madrid”, recordó.

Sánchez regresó a Colombia donde alcanzó tres títulos profesionales: dos con el Deportivo Independiente Medellín (1955 y 1957) y con Millonarios (1964). Defendió el arco de Junior (1951-1952) y finalmente se retiró en 1964 luego de su último título como jugador.

Así, cuando apenas el fútbol profesional despuntaba en Colombia, Sánchez se transformó en profesional en Argentina, atajando algunos encuentros y quedando en el recuerdo de los bonaerenses. Fue el primer colombiano en jugar profesionalmente en el exterior. 

Hasta el mismo Papa Francisco lo vio, literalmente.

Jorge Mario Bergoglio, hoy mundialmente conocido como su santidad Francisco, hincha confeso de San Lorenzo, fue uno de los ‘pibes’ que las tardes de domingo se pasaban al estadio de Boedo para verlo atajar.

Quizás, ese el último sueño que le deja el fútbol a Efraín, tener la oportunidad de encontrarlo y que el ídolo reciba la bendición de su hincha.

De Barranquilla a Buenos Aires, de Rebolo a Boedo, del Río Magdalena al Río de La Plata, se va el ‘Caimán’ Sánchez, se va para quedarse en la historia.