En el ojo del huracán, Tite llega a tres años al frente de Brasil
Durante una Copa América donde no encuentra su equipo y tras el fracaso del Mundial.
Adenor Leonardo Bacchi 'Tite' completa este jueves tres años como seleccionador brasileño en su peor momento desde que se sentó en el banco.
La Copa América le han rendido críticas pese al triunfo por 3-0 sobre Bolivia y especialmente por el empate sin goles con Venezuela.
El 20 de junio de 2016 Tite fue presentado en sustitución de Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga', que se fue por la puerta de atrás y dejó el equipo fuera de los puestos de clasificación para el Mundial de Rusia 2018.
En medio de esa crisis de resultados y de identidad, llegó Tite y con él se renovó la ilusión.
Pero en tres años pasó de ser la esperanza nacional al principal blanco de las críticas por sus decisiones, desde las tácticas, que no contribuyen al buen juego del equipo ni elevan la producción de gol, hasta personales, como llevar a su hijo Matheus Bacchi a la comisión técnica de la selección.
Sus buenos números, dos derrotas en casi 40 partidos, contrastan con la eliminación en los cuartos de final del Mundial de Rusia y la imagen discreta mostrada por el equipo en la Copa América.
La afición ya empieza a ponerle precio a su cabeza.
En una encuesta promovida por Sport TV, de Globo, el mayor grupo de comunicación del país, un 75 % consideró que Tite no debe seguir, si la Canarinha no gana la Copa América el 7 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Su contrato se extiende hasta el Mundial de Catar y él está dispuesto a cumplirlo, pase lo que pase en la Copa América.
Nacido en la localidad de Caxias do Sul, en el sur de Brasil, y con un lenguaje extremadamente particular -en ocasiones hasta difícil de entender por los propios brasileños-, Tite, de 58 años, fue bendecido a su llegada por la prensa y la afición.
Con Dunga la selección había caído en un pozo sin fondo.
Fue eliminada en los cuartos de final de la Copa América Chile 2015, un año después se estrelló en la fase de grupos de la Copa América Centenario y además peligraba su presencia en Rusia 2018.
El currículum de Tite hizo creer en la resurrección.
Con él, el Corinthians vivió uno de los periodos más exitosos de su historia con dos Campeonatos Brasileños (2011 y 2015), una Copa Libertadores (2012) y un Mundial de Clubes (2012).
Sus primeros meses con la selección fueron brillantes. El equipo pasó de estar fuera del Mundial de Rusia a convertirse en la primera selección clasificada con cuatro jornadas antes del final de las eliminatorias suramericanas.
Brasil empezaba a soñar con la sexto título mundial y Tite aparecía hasta en sondeos de opinión para ser el próximo presidente del país. Casi un 15 % le quería ver también en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno.
Pero en Rusia algo se torció. Con Neymar recién recuperado de su primera lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho, el equipo no encontró el camino y fue eliminado por Bélgica.
A partir de ahí, Tite empezó un proceso de regeneración con miras a Catar 2022 que por el momento no da sus frutos.
Desde el pasado Mundial, la Canarinha aburre por momentos, juega sin profundidad y apenas remata a portería. Ello también ha coincidido con el peor momento en la carrera de su máxima estrella, Neymar, quien en los dos últimos años no ha parado de encadenar lesiones, polémicas y escándalos extradeportivos.
Huérfano del líder, Tite está probando ahora con Roberto Firmino, el joven David Neres y Richarlison en punta del ataque, pero ninguno de ellos se ha destacado en esta Copa América.
El equipo fue abucheado en el partido inaugural frente a Bolivia, pese a la goleada por 3-0, y también contra Venezuela, con la que empató sin goles en Salvador.
También se ha cuestionado la presencia de su hijo como ayudante.
"¿Tener el propio hijo como auxiliar en la selección es un buen ejemplo para la sociedad brasileña? ¿Emplear y promover el propio hijo, aunque sea competente, no contradice el discurso ético que usted tanto predica?", preguntó a Tite un reportero de El País en rueda de prensa tras el empate con la Vinotinto.
El entrenador respondió que tiene "mucho orgullo de la capacidad que Matheus tiene" y al día siguiente le puso a dirigir un entrenamiento con los reservas.
El próximo sábado afrontará una nueva prueba de fuego ante Perú en busca de los cuartos de final de la Copa América y del liderato del grupo A. El escenario será el Arena Corinthians, donde vivió sus mejores años como técnico.
EFE