Tantos años trabajando juntos en diferentes equipos y países, celebrando victorias y digiriendo derrotas, hacen que Juan José Ordóñez defina a Miguel Ángel ‘Zurdo’ López como un "hermano de la vida".

 El argentino fue varias veces preparador físico del ‘Zurdo’ en Junior y estuvo a su lado en su momento cumbre, cuando conquistó la quinta estrella, en 2004, en aquella final contra Nacional, en Medellín.

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Ordóñez y el ‘Zurdo’ se conocieron cuando el primero llegó a trabajar a Nacional como preparador físico de Oswaldo Zubeldía y López se había retirado como jugador profesional y trabajaba en las divisiones menores del equipo verdolaga. Allí comenzó una gran amistad.

“Zubeldía me hablaba de que era su discípulo preferido junto con Bilardo y después ya nos conocimos en forma cuando él dirige a Nacional y yo estaba en el Medellín. Ahí tuvimos conversaciones de fútbol, como siempre, y después ya viene a Barranquilla y me trae al Junior y empezamos a trabajar juntos”.

Ordóñez no puede evitar recordar lo que significó para él y para el ‘Zurdo’ la conquista del título de 2004.

“Era el sueño cumplido, que gracias a la constancia, perseverancia y capacidad de los jugadores y mucha gente que apostó a ese equipo, yo diría en un 90% barranquillero con Omar Pérez y Ribonetto como refuerzos, y lo logramos”.

Al respecto destacó la respuesta del equipo que sobreponerse de la adversidad y luego ganar el título en los penales.

“Es una de las cosas que aprendí del ‘Zurdo’, la sistematización técnica, estratégica como patear un penal o una pelota quieta. Él las tenía muy claras, y ahí se nos dio. Eso viene de época de Zubeldía, cosas muy sencillas, muy elementales, pero que se practicaban. Hoy le llaman sistematización”.

Sobre esto, Ordóñez contó una anécdota poco conocida del equipo del 2004.

“Nosotros veníamos de una gira de la Copa Sudamericana a jugar contra el Quindío (en Armenia), que si nos ganaba nos eliminaba. Había una lluvia torrencial, un sábado en la tarde, veníamos muy cansados del viaje y le dije al ‘Zurdo’: ‘voy a hacer un estiramiento en el salón y nada más’. ¿Y los penales?’, preguntó el ‘Zurdo’. ‘Está lloviendo’, le dije. ‘Los penales se tiran o se tiran’ y así fue. Nos fuimos con lluvia y con barro a tirar los penales, porque era el ritual que después no salvó en la final en Medellín”.

Ordóñez calificó al 'Zurdo' de “visionario”, una cualidad que él cree aprendió de Zubeldía.

“Mucha gente no entendió los cambios y decisiones que él tomaba porque era un visionario. Un partido lo analizaba en cinco minutos y sabía lo que tenía que hacer. Luego apostaba mucho a los procesos, decía que había que preparar a los chicos de abajo. Le gustaba apostarle a la nómina criolla, a la gente del lugar, él nunca traía entrenadores de afuera, siempre trabajaba con los Lucho Grau, David Pinillos, ‘Papi’ Peña, que es un hermano nuestro. Toda gente de acá”.

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Otros valores que le reconoció al fallecido entrenador argentino fueron su “persistencia” y “tenacidad”.

“Cuando perdía un partido parecía que no pasaba nada porque tenía una capacidad bárbara para levantarse de la derrota. Sabía que había una nueva oportunidad. Jamás criticaba a un jugador, ni a la institución, al contrario, era más positivo cuando perdíamos que cuando ganábamos. Cuando ganábamos decía que había que manejar los egos, pero cuando perdíamos decía ‘aquí es que se ven los hombres, acá hay que sacar los dientes, las garras’. Ahí era donde el ‘Zurdo’ se hacía más fuerte, en las derrotas”.

Ordóñez opinó que el mejor Junior que dirigió con el ‘Zurdo’ fue el de 2004, no solo por haber quedado campeón.

“Ese Junior fue hecho a sangre y fuego, como decía el ‘Zurdo’. Recuperar a Omar Pérez después de ser descartado en Argentina es lo más parecido al milagro que a mí me ha pasado en el fútbol. Quedar campeón luego de remontar un resultado adverso, cuando no había nada que pudiera decir que podíamos ganar ese partido”,

Ordóñez contó que hace dos meses tuvo la oportunidad de juntarse con el ‘Zurdo’ López y tristemente se dio cuenta de que ya no era el mismo a raíz de sus quebrantos de salud.