El Manchester United enterró el póker de títulos (cuatro trofeos en una temporada) con el que Liverpool quería despedir a Jürgen Klopp y una prórroga convertida en montaña rusa, en la que los 'Diablos Rojos' levantaron un 2-3, desembocó en el pase de los de Erik Ten Hag a semifinales de la FA Cup ganando por 4-3.

Será el United el que vaya a Wembley. Los de Ten Hag se adelantaron a los 10 minutos cuando Scott McTominay empujó un rechace de Caomin Kelleher por un disparo de Alejandro Garnacho.

Pero este United es capaz de tocar todos los extremos y en apenas tres minutos, justo antes del descanso, tuvo una crisis La defensa del United flotó a Jarell Quansah, le dejó entrar en el área y su pase horizontal encontró a Darwin Núñez, quien descargó de primera para que Alexis Mac Allister batiera al meta camerunés André Onana.

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Instantes después del 1-1, Aaron Wan-Bissaka y Bruno Fernandes se atascaron en la banda, permitieron que Joe Gomez robara la pelota y su centro encontró a Luis Díaz en el segundo palo. El colombiano aguantó la pelota, se la dio a Darwin Núñez y su disparo lo atajó Onana. El rebote lo tomó Mohamed Salah y lo clavó con la diestra.

Otra decepción del United que deparó una segunda parte llena de ocasiones para los dos equipos. Pudo sentenciar el Liverpool por medio de Salah y Núñez, igual que pudo empatar el United mucho antes, pero no fue hasta la salida de Antony cuando encontró el camino.

El brasileño, un año después de su último gol en Old Trafford, se dio la vuelta dentro del área y su disparo con la diestra entró junto al palo izquierdo de Kelleher.

Era el minuto 93 y al United aún le quedaba una última palabra. Christian Eriksen elevó la bola por encima de toda la defensa y dejó solo a Marcus Rashford, que con todo a favor no encontró la portería.

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El fútbol, que no perdona estas acciones, castigó al United ya en la prórroga, cuando un tiro de Harvey Elliott desde fuera del área tocó en la bota de Eriksen y envenenó la pelota lejos de Onana.

Era el minuto 112 y el Liverpool parecía vencedor. Hasta que Darwin regaló una pelota en el carril central a McTominay, el escocés se encontró con la defensa rival desordenada y pudo combinar con Rashford dentro del área. Esta vez el '10' no falló. Se redimió y apuntó a los penaltis, un desenlace justo para este partido.

Pero aún quedaba un último giro de guión. Con el tiempo a punto de cumplirse y córner a favor del Liverpool, Amad Diallo, un chico que esta semana era noticia por borrar de su perfil todo aquello relacionado con el United, robó la pelota en su propia frontal y salió a la carrera junto a Garnacho.

El argentino le dio la pelota en la frontal contraria y empezó a pedirle que le devolviera la pared. El marfileño tuvo otra idea, salió hacia su zurda y sacó un latigazo cruzado que se metió junto al palo izquierdo de Kelleher.

El delantero se quitó la camiseta, se fue a la esquina con su público y el árbitro le echó por doble amarilla. Le daba igual. Se fue por el túnel de vestuarios arropado como un héroe.

Ahora el United jugará en semifinales contra Coventry City. La otra llave la jugarán Manchester City y Chelsea.

EFE