El sindicato internacional de jugadores (FIFPro) reconoció la intención de la International Board (IFAB) de crear protocolos para casos de conmoción cerebral, pero reclamó "más protección para los jugadores" y un periodo de diez minutos con sustituciones temporales para que el equipo médico pueda hacer un diagnóstico adecuado.

La recomendación de FIFPro para la IFAB es que su grupo de expertos sobre la materia empiece a trabajar lo antes posible con el resto de agentes en "programas pilotos, incluido el uso de sustituciones temporales durante un periodo de diagnóstico de diez minutos, para obtener evidencias sobre los siguientes pasos".

"La introducción de una sustitución extra después de tres minutos de conmoción no es suficiente para proteger a los jugadores. Una y otra vez, los equipos médicos trabajando bajo presión y con información limitada están tomando decisiones erróneas sobre jugadores con posibles conmociones", señaló FIFPro.

Para el sindicato, "dar al equipo médico tanto como diez minutos de tiempo para tomar una decisión ante una conmoción, una lesión que es extremadamente difícil de diagnosticar, es fundamental para manejar el problema".

También solicitó que en estas situaciones los organizadores compartan con los médicos las imágenes de vídeo para que puedan tener más información sobre la causa de las posibles conmociones.

FIFPro se manifestó así dos días después de la última reunión anual de la IFAB, organismo que elabora las reglas del juego, en Belfast, donde acordó elaborar protocolos para situaciones de posibles conmociones, aunque solicitó más datos antes de proponer modificaciones reglamentarias.

La FIFA mostró un gran interés por hacer pruebas al respecto en los torneos de fútbol de los Juegos Olímpicos de Tokio este verano y en otras competiciones.

La IFAB también acordó revisar las reglas relativas al fuera de juego, para fomentar el espíritu de ataque, la referente a las manos para diferenciar con más claridad entre el brazo y el hombro y la relativa a situaciones de acoso de los jugadores a los árbitros en los partidos.

EFE