El tiempo para hacer ajustes y experimentar, terminó. Junior está a las puertas de irse a las recta final del torneo colombiano, nada menos que a instancia de la eliminación directo, o llamada por los aficionados como ‘el mata-mata’. Allí los rojiblancos se han hecho fuertes. Así lo demuestras las experiencias.

Además de adrenalina, la definición los también llamados Play-off, han dado un llamativo condimento al torneo, al menos para los hinchas de Junior, que han visto como su escuadra se ha especializado en remontar resultados y en administrar ventajas para ir pasando fases, la mayoría del tiempo.

Estreno con títulos

 

 

Este sistema de campeonato tiene sus raíces en el año 2010, cuando la Dimayor decidió hacer un torneo más corto  que con el sistema de cuadrangulares, por cuenta de la realización ese año del Mundial Juvenil en Colombia.

En ese sentido, se determinó hacer un torneo todos contra todos, donde clasificarían a segunda ronda los cuatro primeros, y de allí emparejarlos en semifinales y final. En esa oportunidad, Junior se clasificó en el tercer lugar, con 32 puntos.

Allí los curramberos disputaron los cuatro partidos, ante Deportivo Independiente Medellín y La Equidad, a la postre coronándose campeones bajo la batuta de Diego Umaña, con un gol agónico de Carlos Bacca.  En materia de números, en ese play-off se lograron 7 puntos de 12, para un rendimiento del 58.33%, anotando 7 tantos y solo permitiendo 4 en sus redes.

Histórica remontada

 

 

La idea del torneo sería retomada para el 2011. Junior no clasificó para el torneo de la primera parte del año, pero logró el pase en el torneo finalización, donde se hizo un reajuste para que fueran los 8 primeros los clasificados a la instancia de la eliminación directa, en partidos de ida y vuelta.

En esa oportunidad, tras enfrentar a Chicó, Millonarios y Once Caldas, los dirigidos por José ‘Cheché’ Hernández se alzaron con el título.  Fue precisamente ante los ‘embajadores’ que se marcó el punto de inflexión de la campaña del equipo, tras lograr una milagrosa remontada, tras un 3-0 en contra en Bogotá.

Los ‘Tiburones’ hicieron gala de una hinchada maravillosa que la noche del partido de vuelta no dejó de alentar y tras empatar la serie 3-3, se impusieron por la vía de los tiros desde el punto penal. La campaña arrojó 8 de 18 puntos posibles en la segunda fase, marcando y recibiendo igual número de tantos: 9. El rendimiento en ese ‘mata-mata’ fue del 44%.

Se falló el objetivo

 

 

Tras esa consagración, el sistema entraría en una pausa hasta el año 2014, donde fue revivido por la urgencia de acortar el campeonato con miras la Copa Mundo de Brasil.

Un Junior con muchos altibajos en el torneo, finalmente se estacionó en la tercera casilla del campeonato con 33 puntos, pasando a la eliminación directa una vez más. Así se quedó con el segundo lugar, tras perder en una cerrada final en Medellín desde el punto penal ante Atlético Nacional, tras superar en cuartos a Itagüí y en semis a Millonarios, nuevamente por la vía de los tiros desde el punto penal, tras una serie que terminó 0-0.

En materia de producción, los barranquilleros lograron el 50% de rendimiento durante los play-offs, logrando 9 de 18 puntos. Marcando 5 goles y recibiendo 4, en los seis partidos disputados.

La experiencia más ingrata

 

 

La más amarga de las experiencias en esta fase llegaría en el 2015, en el primer semestre. Tras realiza un torneo irregular, Junior se metió en la octava casilla del campeonato y se disponía a medirse a Medellín en los cuartos de final.

En un partido que terminó 2-2 en la cancha, un error del entrenador Alexis Mendoza le valió perder los puntos y terminar con un resultado de 3-0 en contra, por cuenta de haber alineado 4 jugadores extranjeros. Tras esto, equipo no se recuperó y en la vuelta, también perdió, pero por 1-0.

Las cuentas hablan de 0% de rendimiento, al no lograr ni uno solo de los 6 puntos disputados y cargando con 4 goles en contra y ninguno a favor, en los registros de la Dimayor.

No hubo revancha en Medellín

 

 

En el segundo semestre de ese mismo año, Junior se clasificó como segundo de la tabla a la fase final, gracias a los 36 puntos que acumuló en el desarrollo de la competencia.

Allí, nuevamente avanzó hasta la final ante Atlético Nacional, tras superar los escollos de Santa Fe y Tolima. Allí, tal como sucedió en el 2014, perdió en la definición desde los tiros del punto penal.

En esa oportunidad Junior logró 12 puntos de 18 posibles, para un rendimiento del 66.66%, conde marcó en 8 oportunidades y solo toleró 3 anotaciones en su meta.

Cargas igualadas

 

 

Así las cosas, en las cinco participaciones de los ‘Tiburones’ en la fase de eliminación directa, los números resultan bastante parejos. En las frías estadísticas, Junior ha conquistado 36 de los 72 puntos que ha disputado. Ha marcado 29 goles y ha recibido 26. Su rendimiento global en el ‘mata-mata’ ha sido del 50%.

Aún más allá de eso, sus experiencias contra su primer rival en esta oportunidad, Millonarios, dicen que será una llave completamente igualada.

Literalmente, idénticas: en cuatro juegos, los dos equipos han anotado 3 veces y han empatado dos, con dos victorias para cada uno. En las definiciones desde el punto penal, la habilidad y si se quiere la suerte, han estado del lado de los ‘quilleros’.

La hinchada espera, que en estos dos nuevos juegos, no sea necesario sufrir desde el manchón blanco para definir el pase. Pero, al margen de esto, que se avance y se de un primer paso exitoso de cara a la tan ansiada octava estrella.