Luis Amaranto Perea comenzó a dar indicios de su incomodidad con sus jugadores, tras el empate de la noche de este viernes 1-1 ante el Atlético Bucaramanga, en un juego donde golpeó fuertemente las aspiraciones de los rojiblancos. 

“Con tanta imprecisión es muy difícil. El equipo estaba muy nervioso y no sé explicarlo. Individualmente, muchos no estuvieron a la altura, en el segundo tiempo las cosas cambiaron;  es otro equipo”, reflexionó sobre el juego. 

Perea vio lo mismo que los hinchas, un equipo perdido en la cancha.

“No sé explicar por qué el equipo, por lapsos, está tan confundido. Solo por momentos se acuerda de jugar”, añadió. 

El estratega dijo que les está afectando la presión por ganar, algo que un equipo grande tendría que superar sí o sí. 

“De local la presión se nota, hay jugadores que siento que la mochila se les llena por la presión que genera jugar en un grande como Junior y eso tenemos que resolverlo de alguna manera”, opinó. 

Finalmente, Perea indicó que de cara al juego por Copa Libertadores, espera que a sus jugadores al menos se les despierte el orgullo. 

“Cuando el rival siente que no vienes bien, es ahí donde te llenas de valentía y puedes sorprender. El equipo está herido, muy herido, y esperamos que saque rebeldía para poder revertir esta situación”, cerró.