La lluvia hizo imposible que se jugara el parido.
Foto
EFE

Share:

El clásico sudamericano, postergado por la intensa lluvia en Buenos Aires

Brasil y Argentina jugarán este viernes a las 7:00 de la noche.

El pronóstico meteorológico había anticipado que el clásico sudamericano entre Argentina y Brasil por eliminatorias sería bajo lluvia, pero la intensidad de las precipitaciones y el estado del campo de juego del Monumental de Buenos Aires obligó a postergarlo para este viernes.

Apenas 48 minutos antes del horario pautado para el inicio del encuentro, finalizó el cónclave en el vestuario del árbitro paraguayo Antonio Arias y se hizo público el anuncio de que el duelo fue pospuesto por 24 horas.

"En este campo de juego no se puede jugar, así que por el bien del espectáculo y con mucha comprensión por parte de ambos equipos decidimos posponer el partido para mañana. Además el pronóstico marca que seguirá lloviendo durante la noche", enfatizó el veedor de la Confederación Sudamericana, el uruguayo Álvaro Silva.

La Canarinha llegó al estadio Monumental dispuesta a jugar y con todos sus futbolistas vestidos para la ocasión, mientras que los argentinos aguardaban en su vestuario la decisión sobre el encuentro.

Dos horas antes del comienzo del clásico, con la lluvia intensa que no cesaba, el fantasma de la suspensión comenzó a hacerse cada vez más presente en el estadio, aunque esta situación abrió otro debate: el horario del encuentro al día siguiente.

Brasil llegó decidido a reducir al máximo su estadía en Buenos Aires y primero intentó persuadir al árbitro para esperar e intentar jugarlo con una demora de una o dos horas.

En tanto, los locales querían respetar el reglamento y hacer valer los 24 millones de pesos de la recaudación.

Sin eco, los visitantes propusieron jugarlo en un horario vespertino, y finalmente se notificó que se respetaba el horario original para el día siguiente.

Ya con la ratificación de que el encuentro fue pospuesto, la Albiceleste organizó un ejercicio regenerativo en el gimnasio techado del estadio, mientras que Brasil organizó una tarea similar en el vestuario y un rápido regreso al hotel de la concentración.

La fiesta clásica sudamericana por la tercera jornada de las eliminatorias sudamericanas quedó trunca por la lluvia y se espera que no se haga presente este viernes para que los verdaderos protagonistas sean los jugadores.

EFE

Más sobre este tema: