El BMC ganó la crono por equipos y colocó de líder a Van Avermaet
El británico Chris Froome empezó a remontar el tiempo que perdió en la primera jornada.
El belga Greg Van Avermaet, campeón olímpico en ruta, se vistió con el maillot amarillo del Tour después del triunfo del BMC en la contrarreloj por equipos de la tercera etapa disputada en Cholet con un recorrido de 35,5 kilómetros, con un segundo puesto del Sky que le permite a Chris Froome recuperar gran parte del tiempo que se dejó en la caída de la primera jornada.
Vuelo rasante del BMC en un recorrido rompepiernas, exigente, en el que se mostró superior desde los primeros kilómetros. La escuadra estadounidense, plagada de especialistas, marcó en meta un tiempo de 38.46 minutos, a una media de 54,944 kms/hora.
BMC superó el pulso a los grandes favoritos del Sky, que se quedó a 4 segundos del objetivo. El Quick Step fue tercero a 7, el Mitchelton cuarto a 7 y el Sunweb de Dumoulin a 11. No pudo defender con éxito el maillot amarillo el eslovaco Peter Sagan, ya que el Bora solo fue séptimo a 50 segundos.
Movistar, que salió en tercer lugar, salvó los muebles con la décima plaza a 53 segundos del ganador y a 49 del Sky de Froome, lo que significa que el británico recorta tiempo a Landa y Valverde y lo amplía respecto a Quintana.
El BMC chafó la fiesta al Sky, que ya pensaba en vestir de amarillo a Geraint Thomas. Los hombres de Rochie Porte dieron una lección de coordinación y demostraron por qué han sido 2 veces campeones del Mundo en 2014 y 2015. Su esfuerzo colectivo colocó el maillot amarillo en las espaldas de Greg Van Avermaet.
El ciclista belga, tras largo rato en la "silla caliente", subió al podio a vestirse con la prenda con la que sueña todo corredor , escena que no es nueva para el clasicómano nacido en Lokeren hace 33 años, ya que en 2016 ganó una etapa y lució el maillot amarillo durante 3 días. En Cholet ganó la tercera crono por equipos de la temporada, tras las conquistadas en Tirreno Adriático y Vuelta a Suiza.
En la general los favoritos van tomando posiciones, ya pensando en el Muro de Bretaña y en el pavé. De Momento, Van Avermaet está al frente con el mismo tiempo que su compañero estadounidense Tejay Van Garderen y 1 segundo sobre Geraint Thomas. El holandés Tom Dumoulin (Sunweb), séptimo, es el primer entre los favoritos al maillot amarillo en París.
En el top ten aparece en el tope el colombiano Rigoberto Urán, a 11 segundos. En el margen de 4 segundos quedan por este orden Richie Porte, Alejandro Valverde, Mikel Landa y Chris Froome, mientras que Nibali se separa una docena de segundos y Nairo Quintana se descuelga a más de un minuto del pelotón de candidatos.
De esta forma, el británico Chris Froome logró recuperar buena parte del tiempo que perdió con la caída de la primera etapa. Fue el favorito más beneficiado junto a Dumoulin y se puede decir que puso a cero el contador. Cumplió el objetivo para iniciar la ansiada remontada.
La crono de Cholet no era nada cómoda, de ahí que ningún equipo llegó con los ocho corredores de inicio. Muchos tramos de subida y bajada, 15 rotondas y una pequeña cota, la de Séguiniére, a 10 kilómetros de meta que resultó incómoda cuando las fuerzas ya iban remitiendo
El primer equipo en lanzarse desde la rampa de salida fue el Mitchelton de Adam Yates, que marcó un tiempo de 14.13 minutos en el punto de control situado en Saint-André-de-la-Marche (km 13). Por allí pasó a continuación el Sky de Froome a un segundo del conjunto australiano, misma marca que el BMC.
El equipo británico, pitado por parte del público, lucía su último modelo de buzo de material revolucionario, como una segunda piel, súper aerodinámico ,una revolución tecnològica para arañar segundos en la crono. Poco después Movistar cruzaba a 2 segundos.
La crono ya se definió en el segundo paso de control, en el alto de Séguinière (Km 26), donde el BMC ya estaba demostrando su poderío 6 segundos por delante del Sky, que había perdido a Poels y Rowe. En este tramo es donde el conjunto americano cimentó su victoria. Movistar perdió 33 minutos en este punto y hasta meta aún se dejó 20 segundos más.
Una crono que puso la sonrisa en Van Avermaet, un corredor de clásicas que bien podría defender la prenda dorada en las próximas etapas, con un terreno favorable para un clasicómano que tendrá en la etapa de Roubaix la ocasión de rememorar su triunfo de 2017 en la ciudad sede del "infierno del norte".
Y por otra parte el reloj acercó a Froome a la zona de la altab jerarquía, que se aprieta en espera de citas comprometidas, que puede ser el Muro de Bretaña ante del pavé, si es que el Tour no depara una de sus habituales sorpresas.
Este martes se disputa la cuarta etapa entre La Baule y Sarzeau, con un recorrido de 195 kilómetros.
EFE